El Estado complaciente en la sociedad crispada

1 diciembre, 2019
El Estado complaciente en la sociedad crispada
gutierrez-gaido-monzani
gutierrez-gaido-monzani

Llega diciembre. Con este mes finaliza el año y comienzan
los nuevos gobiernos. En Neuquén, la mayor expectativa está puesta en el
municipio capitalino, donde asume Mariano Gaido,
aunque también hay cierta
expectación sobre lo que renovará Omar Gutiérrez. El Estado, como nunca,
se enrolla sobre sí mismo en estas ocasiones. Hace evidente hacia afuera de la
sociedad el alto porcentaje de componente laboral activo que brinda como
servicio a la comunidad.
Dicho esto, con cierto sarcasmo, se entiende.

“Veremos después del 10” es la frase más escuchada. Tanto
como las fotos en las redes sociales de equipos ministeriales o secretarías
subalternas, que despiden la gestión, el año, y se preparan para abrazar una
nueva, o seguir en la misma, o retirarse a otras dependencias
. Casi nadie
queda afuera: el Estado benefactor es una realidad en el MPN. Lo máximo que puede
pasar es alguna reducción salarial, alguna ventajilla menos. El Estado se ha
organizado para ser muy eficiente en estas cosas.
En el municipio
capitalino no pasa nada demasiado distinto. Por empezar, porque mucha gente
sigue, y con ella, sus estructuras. Los que no siguen, quedan acomodados. Además,
las últimas semanas se aprovechan a pleno. Incluso para el dispendio de algunos
dineros que se podría ahorrar para otros fines, tal vez más nobles.

Dos integrantes de la primera plana municipal, por ejemplo,
viajaron a España, para participar de la Expo mundial de Smart City de FIRA
Barcelona
, que se realizó entre el 18 y el 22 de noviembre. El viaje de “capacitación”
le costó 8.400 dólares más 20.212,50 pesos a la Municipalidad de Neuquén.
José Luis Artaza, uno de los viajeros, aprovechará seguramente lo aprendido, en
el Deliberante. El secretario de Modernización, Rubén Etcheverry, abundará en
su acopio de conocimiento específico de cómo las ciudades se hacen más inteligentes,
más allá del promedio intelectual de sus ciudadanos.

Los funcionarios partieron rumbo a Europa el 17 y regresaron
el 23. Así está asentado en el decreto con el que el intendente Guillermo
Monzani autorizó el pago del equivalente a 4.200 dólares más IVA para cada
uno, en concepto de pasajes aéreos y alojamiento durante cinco noches, con
desayuno, entrada al congreso, traslados y seguro médico incluidos
. Del
mismo modo, el jefe comunal le dio luz verde al pago de 10.106,25 pesos a cada
uno, en concepto de viáticos por comisión fuera del territorio nacional. Todo
muy encomiable para el Municipio más premiado, más exitoso, y mejor
administrado del país
.

Las decisiones políticas no son cuestionables, pues cada
gobernante está en todo su derecho de concretar medidas como estas.
pueden ser criticables, como de hecho lo hacemos desde esta columna, desde un enfoque
más preocupado por las realidades sociales que vive la capital, que vive la
provincia.
Un Estado que, sea o no la “mejor provincia”, conserva
disparidades e injusticias sociales como cualquiera otra de las regiones del
país, sólo que con más plata en la billetera.
Plata que fue a parar -al
menos 22 millones de pesos de ese Tesoro- a respaldar desde el Estado la
competencia de Turismo Carretera. Todo el mundo está contento con estas
cosas, no hay dudas. ¿Acaso hay algo más popular que el TC en Argentina
?

Es posible que tanto entusiasmo por las ciudades inteligentes,
podrá aplicarse a resolver, por ejemplo, el problema de las Tomas en el
barrio Confluencia
. Allí están trabajando los mediadores, porque lo cierto
es que hay una gran cantidad de vecinos sin vivienda que se han propuesto
tenerlas, y tenerlas en el barrio, en esos terrenos deshabitados que son del
Municipio y que -sostienen- no se usan “para nada”, ni está previsto usarlos “para
nada
” en lo mediato. Hubo hasta una denuncia penal, que se presentó en la
semana pasada, por daños humanos y pérdidas materiales sufridos por ciudadanos
que también votan, y también tienen derecho a disfrutar de las mieles de la
Vaca Muerta, como cualquiera.

Pero claro, la preocupación es saber si se sigue en el
ministerio, o en la secretaría, o si habrá que meter violín en bolsa y buscarse
otro techito para ampararse de la crudeza del clima patagónico.

Como para asegurar la placidez del proceso de transición que
desembocará en los próximos gobiernos, hay conciliación obligatoria sobre esa
Vaca Muerta que tan nerviosa se manifiesta en función de lo que podrá hacer
o deshacer la próxima gestión de Alberto Fernández
. Fue otro dislate increíble
en esta Argentina tan parecida a Macondo y la saga de los realismos mágicos
latinoamericanos. Una parodia, una puesta en escena: empresas que
avisaron hasta el cansancio que mandarían telegramas; sindicatos que avisaron y
recontra avisaron que harían un paro si le tocaban un pelito a cualquier
trabajador; gobiernos que se hicieron los distraídos hasta último momento; todo
para que se precipitara en una sola jornada, en la que se dispuso un paro que
no se cumplió, con una conciliación obligatoria dictada antes de que hubiera
paro, y el resultado que ya estaba dispuesto de antemano
: correr las
decisiones para después del 10 de diciembre, cuando ya Gustavo Lopetegui y
Mauricio Macri sean historia, y esté en marcha nuevamente la onda nacional y
popular.

Así, el Estado enrollado sobre sí mismo, el Estado autocomplaciente,
espera el 10 con ansiedad superlativa; y fuera de ese mundo de bienestar, se
espera el 10 con otra ansiedad parecida, para ver si algo mejora, si algo
mejora de verdad
, más allá, independientemente, de las definiciones que el
propio Estado da sobre la satisfacción o insatisfacción de los ciudadanos.

Rubén Boggi

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