Milei, del corte del brazo a la mano en el bolsillo

Milei, del corte del brazo a la mano en el bolsillo

El descenso de la inflación en marzo (11%) con relación a febrero (13,2%) fue presentado por el gobierno de Javier Milei como un hecho auspicioso. No obstante, es consecuencia de la caída en el nivel de consumo, producto de la feroz escalada de precios que no hizo otra cosa más que horadar el poder adquisitivo de buena parte de la población.

Tanto es así que, según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas de marzo cayeron el 12,6% con relación a idéntico mes de 2023. Al tiempo que el desplome en el nivel de ventas fue del 22,1% durante el primer trimestre del año, en todo el país.

A ello se suman los aumentos en los servicios, el cierre de comercios que no les pueden hacer frente a esta nueva realidad y el consecuente incremento en los niveles de desempleo. Todo en medio de la arremetida desesperada de Milei en busca de la aprobación de sus medidas para profundizar el ajuste (segundo intento del proyecto de ley ómnibus); y de la escalada en los precios de los medicamentos que complica y hasta impide el acceso. Según la CAME, en el rubro Farmacia, las ventas experimentaron un desplome del 21,9% en marzo en todo el país y acumulan una baja del 35,6% en el primer trimestre del año.

Es en ese contexto en el que Milei insiste con lo que había jurado no haría: el regreso del impuesto a las Ganancias que, desde el punto de vista libertario, sería algo así como un saqueo del Estado a la libertad de disponer del sueldo. “Prefiero cortarme un brazo antes de subir un impuesto”, dijo aquel Milei de la campaña electoral. Hoy tiene la lapicera preparada para estampar su firma en la reimposición del llamado impuesto al trabajo. Claro que, antes, su proyecto deberá pasar por el Congreso.

Obviamente, sus intenciones tienen amplios rechazos en el país. Especialmente en Neuquén, donde se llevaría (para el Estado) buena parte del dinero circulante que hace que todo funcione. Funcionarios de gobierno, representantes de los trabajadores y legisladores, se han expresado en contra, aquí en la provincia de Vaca Muerta y en verdad no es para menos.

Milei quiere fijar el piso de ese impuesto en sueldos de poco menos 1.500.000 pesos (de bolsillo), lo que en la provincia perjudicaría al 30 por ciento de los docentes y al 70% de los petroleros. También a buena parte de los trabajadores públicos, pero en este caso, en Neuquén está vigente una ley provincial que impulsó el ex gobernador Omar Gutiérrez y que dejó afuera de ese impuesto a los componentes de zona desfavorable y los adicionales.

Durante la semana que acaba de terminar, el gobernador Rolando Figueroa expresó su rechazo al regreso del impuesto a las Ganancias. “Cuando el Estado nacional recauda por el tributo que paga el trabajador neuquino, de cada 100 pesos nos vuelve mucho menos que la mitad a la provincia”, dijo y recordó que fue “el redactor de la eliminación del impuesto a las Ganancias sobre las rentas de la cuarta categoría”. Es decir, de la ley nacional que apoyó el propio Milei, entonces diputado.

También el intendente de Neuquén, Mariano Gaido, se expresó al respecto: “Es una equivocación absoluta cobrar nuevamente el impuesto a las Ganancias, porque se verán afectados los trabajadores que destinan sus ingresos al consumo y desarrollo económico”. “En la Patagonia todos los servicios cuestan más caros y esto va a afectar a las familias. Es realmente un error”, reforzó.

En el mismo sentido, se expresaron legisladores provinciales de distintos partidos. Darío Martínez (UxP) advirtió que “le van a meter la mano en el bolsillo a 43.000 neuquinos que hoy no pagan Ganancias”. En tanto que, desde el PRO-NCN, Damián Canuto advirtió que la medida va a desfavorecer claramente al asalariado neuquino.

Mientras que el diputado de izquierda, Andrés Blanco pidió que se defina claramente que “el salario no es ganancia” y advirtió que “el cinismo de Milei es a cielo abierto” al recordar que votó a favor de la eliminación del impuesto cuando era diputado nacional.

Milei ya no es aquel que amenazaba con cortarse un brazo, ha cambiado de opinión y ahora va por el bolsillo de buena parte de los trabajadores.

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