Las motivaciones políticas detrás del paro docente

Las motivaciones políticas detrás del paro docente

Este martes es de aulas vacías en buena parte de las escuelas de la provincia de Neuquén -muy especialmente en las de la ciudad capital- aunque no en todas. El motivo, un paro (hasta este jueves inclusive) que dispuso el sindicato de los docentes (ATEN) en demanda de cuestiones a las que su conductor, Marcelo Guagliardo, expone como salariales. Pero todo parece indicar que también subyacen motivaciones políticas.

La pregunta que por estas horas se impone es ¿Por qué el sindicato le rechazó a Rolando Figueroa lo que le aceptó con elogios a Omar Gutiérrez? No hay respuestas convincentes para ello. No hay respuestas que se ajusten a cierta lógica.

Hacia fines de febrero de 2023, Guagliardo firmó con Gutiérrez el acuerdo salarial que, básicamente, contemplaba la actualización de sueldos por el índice de precios al consumidor (IPC) y un bono de 80 mil pesos. Ahora bien, la oferta que le realizó el gobierno de Figueroa contemplaba (y contempla) la continuidad del sistema IPC  y un bono de 100 mil pesos por cargo, que en aquellos que tienen dos cargos iba a ser de 200 mil. Pero la dirigencia sindical lo rechazó y atronaron los cuestionamientos entre buena parte de sus representados.

Eso no es todo: el gobierno provincial se hizo cargo del pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) que cortó el presidente Javier Milei y que incide en el sueldo de los educadores. Pero aun así, ATEN fue al paro, ya en la que debía ser la primera semana del ciclo y no sólo dejó a los alumnos sin clases en la jornada inaugural (la del lunes 4 de marzo) sino también en la del viernes, cuando paró en adhesión al Día Internacional de la Mujer.

Antes de que se pusiera en marcha la mesa de negociación salarial de este año, Guagliardo dijo que, “desde que se utiliza el IPC, las clases se han iniciado en la fecha prevista, sin huelga docente”. Figueroa ofreció la continuidad del IPC, pero el sindicato eligió el paro, entonces aquella pregunta: ¿Por qué a Gutiérrez sí y a Figueroa no? si ambas gestiones ofrecieron el sistema que pone a los sueldos a salvo de las escaladas inflacionarias, que ahora son más voraces (y penosas). Los otros gremios de los trabajadores de la administración pública (ATE, UPCN y Viales) lo aceptaron; ATEN, no.

De orientación kirchnerista, Guagliardo ha reaccionado de una forma que desconcierta. Las motivaciones de este paro no son claras y sería torpe (o como mínimo desatinado) resumirlas en un mero capricho. En cambio, sí está clara la diferencia con la Izquierda sindical que lo hostiga, presiona y condiciona desde hace ya varios años.

La seccional capitalina la conducen Angélica Lagunas (Izquierda Socialista) y Patricia Jure (Partido Obrero) y es más combativa aún que la expresión provincial. La predisposición es siempre al paro en desmedro de la educación (de los estudiantes y de sus familias) y muchas veces logran imponer su postura.

La historia (reciente) acredita que la conflictividad se alimentó de manera deliberada ante la proximidad de las distintas fechas electorales, especialmente aquellas en las que las propias Jure y Lagunas fueron candidatas a distintos cargos, entre ellos a diputada y concejala (como de hecho lo fueron).

Con el IPC como bandera Guagliardo se puso firme y -en aquellos tiempos- planteó sus diferencias con la más díscola de las seccionales, pero ahora fue al paro pese a que la nueva gestión de gobierno le ofreció lo mismo: el IPC. 

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