Comienzan a hablar de sueldos, en un escenario complejo

La que comienza es una semana de expectativas en Neuquén, ya que la provincia pondrá primera en la negociación salarial con los gremios que representan a los trabajadores del Estado, en medio de un recorte sin precedentes por parte del gobierno nacional.

El sindicato de los docentes ya lo ha dicho: reclamará la continuidad de la actualización salarial a través del índice de precios al consumidor (IPC), medida a la que en Roca y Rioja consideran poco menos que inviable (o directamente inviable), al menos hasta donde se sabe.

La ecuación es simple: con la escalada inflacionaria que se padeció durante los primeros meses de la presidencia de Javier Milei (24,5% solo en enero, aquí en Neuquén) los salarios se llevarían una porción inadmisible de la torta presupuestaria y quedaría escaso margen para atender áreas sensibles de servicios a la comunidad y proyectar inversiones. El panorama ya era muy complejo desde antes de Milei, pero ahora empeoró.

En principio, este presente hace temer por el inicio de las clases, previsto para el 4 de marzo. Pero habrá que ver el avance de las negociaciones paritarias que comenzarán este miércoles, con las visitas de los dirigentes de los gremios ATEN (docentes), ATE, Viales y UPCN a Casa de Gobierno. El ministro Jorge Tobares los citó en distintos días y horarios.

La herencia de cuentas flacas que recibió la administración de Rolando Figueroa coexiste, ahora, con el recorte que les aplicó Milei a las provincias, tras el fracaso de su proyecto de ley ómnibus (de ajustes y privatizaciones) en la Cámara Baja del Congreso. Nación les cerró el grifo a los subsidios a los colectivos del interior, eliminó el fondo de Incentivo Docente y anunció el corte de otros canales de transferencia de recursos a los distritos. Entre ellos, el de los llamados fondos fiduciarios que se destinan, por ejemplo, al manejo del fuego, la entrega de garrafas y la construcción de viviendas. No dijo cuáles, pero confirmó que habrá recortes.

Y eso no es todo, ya que un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que se conoció el jueves último, dio cuenta de que Neuquén ya había sido perjudicada en enero; es decir, antes de que la administración central destara su castigo hacia el interior.

En el cuadro que refiere a las transferencias totales (automáticas más no automáticas) de enero último, el informe señala que la provincia que más recortes sufrió fue Buenos Aires (-19,5%), seguida por Neuquén (-12,8%) y Santa Cruz (-12,2%). Mientras que aquellas menos castigadas por el gobierno nacional fueron: CABA (-5,4%), Córdoba (-10,3%) y Catamarca (-10,8%). El IARAF realizó sus estudios comparativos con datos que extrajo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) y de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP).

Todo esto ha llevado a que Figueroa esté con la guardia alta. El jueves, durante un acto que encabezó en Casa de Gobierno, expresó: “Los neuquinos no vamos a dejar que toquen a Neuquén. Nos plantean que no vamos a recibir fondos nacionales, pareciera que no somos más parte de la Patria, a pesar de todo lo que le aportamos al país”. Los aportes de petróleo, energía y gas no son correspondidos desde nación. Al menos no como se espera en estas latitudes.

En ese complejo panorama, Figueroa y su par de Río Negro, Alberto Weretilneck, enviaron cartas documento a nación para que las provincias participen de la administración de las represas hidroeléctricas de sus respectivos territorios. Los distritos son propietarios de los recursos naturales, en este caso el agua. Y como a medidos de marzo vencen las prórrogas de las concesiones privadas, quieren (y les corresponde) participar de las decisiones.

Frente a ello, Figuera profundiza en la construcción de musculatura política y, tras valorar la actitud de los legisladores nacionales, anunció que este martes firmará un acuerdo de gobernanza con todos los jefes comunales de la provincia, “para que nos cuidemos entre nosotros y que no le falte nada al pueblo del Neuquén”. Será en Chos Malal.

Así se llegará al punto de inflexión que será la negoción salarial, en un contexto de pérdida de poder adquisitivo frente a la escalada inflacionaria que se aceleró y se disparó con la llegada de Milei. Tal es así que un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA) concluyó que la tasa de pobreza ascendió del 49,5% (de diciembre) al 57,4% de enero.  Ahora, la Argentina tiene 27 millones de pobres y 7 millones de indigentes. El índice fue el más alto desde 2002, el año inmediatamente posterior a la crisis económica y social de 2001.