Neuquén, la devaluación y el diseño Figueroa

14 agosto, 2023
Neuquén, la devaluación y el diseño Figueroa

El MPN hizo su peor elección histórica en primarias, pero más allá de eso, que era previsible, el gobierno de Omar Gutiérrez recibe una relativamente buena noticia en la devaluación que siguió a los comicios de la derrota oficialista, ya que el hecho de fijar el dólar oficial en 365 pesos mejorará los ingresos por regalías petroleras, y Neuquén aumentará, también en forma relativa, sus recursos, lo que necesitaba imperiosamente pues los gastos suben en una espiral controlada, aunque excesiva.

El precio del petróleo y del gas se establece a “boca de pozo”, según la legislación, y se expresa en dólares; se debe liquidar automáticamente y en efectivo. El recurso ya había comenzado a utilizarse en gastos corrientes, y, particularmente, en el pago de la abultada masa salarial estatal, que se actualiza por el índice de inflación.

La devaluación, ahora, impactará en ese precio (en pesos). Neuquén paga sus salarios en la vapuleada moneda nacional, por lo que, en principio, habrá una diferencia a favor del Tesoro provincial; aunque es previsible que la inflación acompañe rápidamente el precio del dólar y se ensañe contra el poder adquisitivo del peso, por lo que los aumentos salariales de la polémica cláusula gatillo irán llevando a la masa salarial, nuevamente, a un nivel mucho más alto.

El gobernador electo, Rolando Figueroa, se refirió indirectamente al tema este lunes, durante una conferencia de prensa abierta en la que respondió decenas de preguntas de los periodistas de diversos medios. Destacó que no piensa tocar el sistema actual de actualización salarial, y su respeto por los empleados públicos; aunque, enseguida, remarcó que quienes no trabajan, o tienen dos trabajos en el mismo horario, o cualquiera de las innumerables maneras en las que se le hace trampa al estatuto del empleado -ñoquis que nunca van a trabajar, por ejemplo- serán rápidamente “condenados”, y esa falla, corregida. Incluso, mencionó que según el caso exigirá la devolución del dinero recibido durante la “beca” política mal entendida.

Figueroa ha diseñado, en su proyecto político, una redistribución de la renta estatal. No quiere seguir dejando afuera de sus beneficios a la sociedad civil. De alguna manera, parece ser, se ha entendido que no puede ser que el Estado se coma sus propios recursos, que son, en realidad, los recursos de todos los ciudadanos neuquinos, no los del aparato burocrático integrado a los tres poderes del Estado.

Metió en ese contexto una afilada daga en la realidad presupuestaria del Poder Judicial, cuando se le preguntó por el hecho de que el Ejecutivo está permanentemente asistiendo al autárquico poder tribunalicio: señaló que los sueldos de la Justicia son mucho más altos que los del propio gobernador o que cualquiera de los otros salarios que se pagan tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo.

Da la sensación de que Figueroa, en un contexto tan volátil como es el de la economía y la política argentina, mucho más después de las PASO en las que surgió como una opción concreta a la presidencia el libertario Javier Milei, está dispuesto a instalar en la discusión neuquina, nuevamente, el rol y los alcances del Estado. Es una ocasión única, pues la irrupción de la “derecha” en las nuevas mayorías que se perfilan, no hace más que abrir un fértil campo de revisión en el gasto público.

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