Llegó julio y la política lo sabe

1 julio, 2023
Llegó julio y la política lo sabe

El gobernador electo, Rolando Figueroa, junto a un acotado y representativo séquito, vuelve de su primera incursión -en calidad de mandatario elegido- en Estados Unidos, donde está la Meca productora de inversiones principales para Vaca Muerta. A partir de ahora, una profunda actividad electoralista marcará el rumbo de la coalición ganadora: el 23, se eligen intendentes en Cutral Co y Plaza Huincul, y la expectativa es alinear esa comarca emblemática de la historia neuquina con el próximo gobierno, con los candidatos Rubén García y Claudio Larraza. El objetivo central es vencer a Ramón Rioseco, diputado del Parlasur, ex intendente, varias veces candidato a gobernador por el kirchnerismo. Se razona, con fundamentos lógicos, que voltear esa figura de la tarima de los invencibles implicará subir varios escalones con un solo paso, en la construcción de poder agregado al poder natural que implica tener la futura gobernación.

El contexto es de complicación, por supuesto. La realidad de los ciudadanos neuquinos está en consonancia con lo que sucede -diferencia más o menos- en todo el país. Sin moneda, sin reservas, pendiendo un brazo de Estados Unidos y otro de China, el gobierno de Alberto Fernández entra, sin pausa, incesantemente, en la categoría de impresentable. El candidato oficialista, Sergio Massa, es el ministro de Economía que no logra frenar la inflación ni mejorar un ápice las deficiencias estructurales; y, aún así, es más competitivo que cualquiera de las variantes que ensayó la familia Kirchner residual, como candidato, y es el presidente de facto. En ese escenario, Neuquén tiene la caja de jubilación estatal fundida, el presupuesto agonizando a manos de un gasto salarial exponencial, en una estructura estatal que reclama, a voz en cuello, reformas urgentes para no tornarse inviable.

Lo único que queda en pie es el discurso de las grandes causas federales, del que no hay que abusar -aconsejan los que saben- porque se corre el riesgo de quedar pataleando en la ficción mientras la realidad avasalla impiadosamente cada palabra, cada concepto que suena a viejo, perimido, o, a veces, anacrónico.

La política acomodará lo que puede, preservando en primera instancia los sagrados intereses de un nuevo status quo en marcha. Así, por ejemplo, se concretó la renuncia de Darío Lucca en CALF, esa caja que financia a toda la política neuquina mientras da un servicio decoroso aunque caro. A Lucca lo corrieron las circunstancias, más que los hombres. Asumió la presidencia Marcelo Severini, un hombre clave en esa estructura desde hace muchos años. La vicepresidencia le tocó a Martín Pereyra, el hijo de Guillermo, representante del lobbie sindical petrolero; y sigue el Consejo de Administración reuniendo a hombres y mujeres que aseguran una congregación multipartidaria vinculada al poder político total. CALF es un recipiente que prepara cócteles para todos los gustos, procurando no emborrachar (con poder) a nadie, pero logrando que todos estén razonablemente contentos.

Se repite, con cierta insistencia en las últimas semanas, que hay unos 15 mil “ñoquis” en el Estado neuquino. El “ñoqui” es aquel que cobra sin trabajar, o figura en la nómina de un ámbito laboral que no lo necesita. Es la representación de cómo el Estado ha manejado la política en las últimas décadas en Neuquén. A ese nicho de interés apuntaría, entre otros blancos, el nuevo gobierno de Figueroa. El electo lo dijo en campaña. Dijo que cuidará a los empleados públicos, pero haciendo la distinción entre quienes trabajan y quienes no. “Todos tendrán que trabajar”, dijo, palabra más, palabra menos. Se presume que no habrá dramatismo en este caso, es decir, medidas de recorte; pero sí es posible que forme parte del diálogo (la negociación, que lo incluye y lo califica) con los gremios estatales la situación de amplias franjas improductivas o ineficientes en la burocracia estatal. Franjas que les salen muy caro a los ciudadanos y que representan privilegios vinculados al Ejército militante que abasteció el MPN generosamente durante mucho tiempo.

Julio ha llegado, para ser protagónico en la política neuquina. Todos lo saben, todos esperan a ver qué pasa en Cutral Co y Huincul; mientras se cocina lentamente la olla de las PASO nacionales, y se prepara las elecciones que quedarán clavadas en el medio de ese proceso y el de los comicios generales: Rincón de los Sauces y Plottier. En octubre, sólo quedará Villa la Angostura, junto con la gran definición de quién se hará cargo de ese carbón caliente llamado Argentina.

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