Cuánto más grande, Neuquén más preocupante

1 noviembre, 2022
Cuánto más grande, Neuquén más preocupante

La provincia gobernada por el Movimiento Popular Neuquino ha presentado un proyecto de presupuesto que llega a los 800 mil millones de pesos para el 2023; y más de la mitad de esos ingresos irá directamente a los salarios de los empleados públicos, situación que ha sido presentada como muy positiva porque -a juicio del gobierno de Omar Gutiérrez- “implica una verdadera política de redistribución de la riqueza que genera la provincia, que llega a 65.000 empleados públicos y a casi 30.000 jubilados, prácticamente 100.000 agentes entre activos y pasivos”.

La participación en los ingresos de las regalías por la extracción de hidrocarburos se ha proyectado en crecimiento, y alcanzaría, según la proyección presupuestaria, a 38 por ciento del total: 9 puntos por encima de lo que se prevé recaudar por el cobro de impuestos, porcentaje que llegará, según la estimación, a 29 por ciento. Esto quiere decir centralmente que, al tiempo que los números neuquinos dependerán cada vez más del gas y del petróleo, el dinero de esa renta irá mayormente a salarios de empleados propios. Lo que aportan los contribuyentes no alcanzará para pagar esos sueldos, sino que también se destinará parte de los dólares que surge de los yacimientos de Vaca Muerta.

Ese 67 por ciento de “ingresos propios” (impuestos provinciales más regalías) asegura, según el gobernador Gutiérrez, “autonomía, independencia económica, presupuestaria y financiera de la provincia”. Es cierto, aunque también lo es la decisión política histórica del MPN de “redistribuir” esa “riqueza” con mucho énfasis en los empleados públicos. A lo que habría que sumarles el emporio sindical que acompaña esta distribución elegida por la conveniencia y la ideología empatizadas y “articuladas”, para usar un concepto de moda, entre los gremios ATE, UPCN, ATEN y Viales, que disfrutan de un ajuste automático de haberes cada tres meses, según el índice de inflación de núcleo urbano Neuquén-Plottier.

Ese ajuste automático no solo beneficia a los trabajadores, sino también a los sindicatos, que manejan cajas de recolección automáticas gracias a los descuentos por planilla que el propio Estado hace.

Así, el crecimiento de Neuquén, un dato esencialmente positivo, tiene contradictoriamente su costado de preocupación; pues cuánto más dinero produce la provincia, más se gasta en cuestiones que hacen al propio mantenimiento del Estado, sin que se aplique esa “redistribución” a situaciones de fuerte atraso en infraestructura que perjudican al conjunto de la población neuquina.

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