El laboratorio del MPN y una realidad ominosa

17 octubre, 2022
El laboratorio del MPN y una realidad ominosa

El clandestino laboratorio en el que se elucubran acciones políticas buscando la mejor ventaja en tiempos electorales, está, a juzgar por los trascendidos, a pleno en el MPN; y se concentra en dos cuestiones de estrategia no menores: la primera, la fecha de las elecciones capitalinas y provinciales; la segunda, cómo sostener la mayor división posible en el amplio espacio opositor, que, en esta original instancia, tiene una astilla del mismo palo como atracción principal.

La “rosca”, en este contexto, es superlativa, pues se le otorga mayor importancia en los cenáculos de la política que en otras oportunidades. Todo se precipitó a partir de la constatación de que no habría interna provincial en el MPN, pues la lista Violeta, con Rolando Figueroa, no se presentó, y la conducción actual, concentrada en las listas Azul y Azul y Blanca, prefirió proclamar la fórmula Marcos Koopmann-Ana Pechen antes que arriesgarse a una contienda artificialmente armada que hubiera tenido, muy posiblemente, baja participación. Solo se harán las internas en distritos municipales, y no en todos.

La primera especulación trascendida fue que se llamaría a elecciones generales de mitad de año para adelante, en lugar de hacerlo en los primeros meses. La segunda, que el distrito capitalino, a cargo de Mariano Gaido y su reelección, podría convocar a los comicios en fecha anterior a los provinciales. La teoría del caso, como dicen los fiscales, es que los azules buscarían así potenciar, a falta de internas, el caudal de votos para el MPN, con un presunto efecto arrastre desde la capital bajo la suposición de que Gaido ganaría “fácilmente” su reelección, con una coalición amplia encabezada por el intendente, de armado distinto a la que se presentaría a nivel provincial.

Al mismo tiempo, se trabajaría activamente para consolidar un escenario posible con cuatro contendientes centrales, que serían el MPN con Koopmann, la opción provincialista todavía no anunciada liderada por Rolando Figueroa, el kirchnerismo y Juntos por el Cambio. Se ha bajado, se sabe, la consigna de desalentar cualquier polarización electoral posible. El mayor fantasma amenazante es que esa polarización ponga de un lado al MPN oficialista, y del otro al opositor con Figueroa y todos los votos “útiles” que apostarían a una derrota, aunque sea sui géneris, del partido provincial tal como actualmente se lo conoce, con el liderazgo de Omar Gutiérrez y Jorge Sapag.

Estas simulaciones de laboratorio tienen efecto concreto ya en sutilezas de los mensajes de los candidatos. Así, el oficialismo del MPN reactualizó la consigna “dentro del partido todo, fuera del partido nada”; y Figueroa habló de que se elegiría no solo gobernador sino un nuevo liderazgo (en el MPN y por ende en la provincia, se supone) en los próximos comicios generales.

Fuera del laboratorio, hay una especie de caos signado por los contrastes y el gran desquicio nacional. Por lo tanto, como cada vez que un laboratorio hace experimentos a ser aplicados en un mundo incierto y cambiante, nada podrá asegurarse. Lo mejor para la ciudadanía neuquina es que hay una sola certeza: nada podrá ser impuesto, todo está por decidirse.

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