Figueroa, el cisma, y el momento crucial que ha llegado

La confirmación de Rolando Figueroa acerca de su participación directa en las próximas elecciones generales de Neuquén, compitiendo por la gobernación sin pasar por la interna del MPN, también confirma lo que puede ser el más importante cisma (coyuntural o no) del partido provincial en toda su historia.

Figueroa saltó el cerco de los tutelajes, los controles, las negociaciones condicionadas, y pasó a imponer sus propias reglas. Si esto lo llevará al éxito o al fracaso, no se sabrá ahora; pero sí podrá saberse el nivel del impacto que provocará en el MPN, y en el resto del arco político provincial, pues se modifica dramáticamente el escenario posible, y, quien más, quien menos (incluso dentro del propio partido provincial) verá de adecuar sus estrategias a este cambio impactante.

Que Figueroa se presente directamente en las generales, con un partido político que será anunciado próximamente, implica necesariamente un coyuntural o definitivo -se verá- éxodo de afiliados que lo acompañarán en la jugada. Nadie renunciará al MPN, pero es evidente que el MPN se desgaja, en proporciones todavía imposibles de calcular.

Ahora, queda en manos de los referentes principales de la conducción partidaria, Omar Gutiérrez y Jorge Sapag, decidir qué hacer. Si aplicar la excomunión al hereje, o simplemente avanzar con Marcos Koopmann como candidato a refrendar el 13 de noviembre, proclamando esa candidatura sin competencia, si es que no se presenta alguna otra lista dentro de poco más de una semana, posibilidad que también queda en las manos de esa conducción, y que implica el acierto o el error de medir la cantidad de asistentes a una compulsa que tendrá menor atractivo.

Es probable que la acción que emprenderá la conducción del MPN haya sido ya evaluada y analizada exhaustivamente, pues difícilmente haya sorprendido la decisión del diputado nacional de competir por su cuenta y hacer mutis por el foro del partido. Lo primero que se hará, seguramente, es no cargar con tintas dramáticas el anuncio de Figueroa. En el libro nunca escrito de las reglas de juego de la política, está marcado con rojo, y bien resaltado, que es pecado agrandar al adversario, sea por una alabanza descolocada, o por una crítica desubicada en el infinito tablero de las posibilidades.

Como sea, esa gran iglesia que es el MPN ha sufrido su primer cisma relevante. No hay iglesia que no haya sufrido escisiones y rebeldías en la historia del mundo. La fe, en esta perspectiva, no es, generalmente, un acto de libertad individual, sino un calculado proceso de conveniencia.