Gutiérrez, ganador, se fortalece; Figueroa asume la oposición
Omar Gutiérrez venció a Rolando Figueroa. El gobernador se impuso frente al vice, en una proporción aproximada de 60 a 40, según el lento escrutinio, que avanzaba en la noche del domingo (fue, finalmente, 57 a 38 la diferencia). La Azul celebró y convocó a olvidar los colores y meterle todos juntos para seguir gobernando. La Violeta advirtió maniobras fraudulentas, que serían ratificadas este mismo lunes por Figueroa, que para eso programó una conferencia de prensa. El día después, como se preveía, pasa a ser decisivo para el MPN, pues la interna no da por terminadas las diferencias, sino que apenas las ubica en otro plano.
Figueroa, por lo pronto, no aceptó la derrota. Es una aceptación del resultado “bajo protesta”. Probablemente, su intención sea ubicarse, ya reafirmado por los votos, como oposición interna, un rubro que Jorge Sobisch dejó vacante en el partido provincial. El MPN quedará así en una situación no muy distinta a otras que ha enfrentado antes: con una división que se acrecienta o se disimula según las coyunturas o las conveniencias de esas coyunturas.
Una cantidad de votos cercano a los 130 mil es un desempeño relativamente bueno para el MPN en la antesala del año electoral donde pondrá en juego nuevamente su continuidad en el gobierno. Sobre el padrón habilitado, es una cuarta parte, 30 por ciento si se toma en cuenta el padrón usado para estas elecciones internas, un poco más chico que el que se usará el año que viene. Una buena base para avanzar contra sus competidores, o la ratificación de que sostiene esa base, que en realidad nunca ha perdido. No le da para tirar manteca al techo, pero le permite al partido que conduce Gutiérrez, imaginar que si hace las cosas medianamente bien, podrá sostener su continuidad el año que viene ante la amenaza de Quiroga y del peronismo con Rioseco.
En ese “hacer las cosas bien” está considerar que tiene una oposición que juntó casi 40 por ciento de los votos en la confrontación interna, con un referente que seguirá en la primera plana de todos –como vicegobernador- hasta diciembre del año próximo. La tarea, que parece ineludible ahora, será para el oficialismo impulsar la conciliación necesaria para enfrentar los comicios del 2019. En ese trabajo arbitrará el senador Guillermo Pereyra, según se encargó de señalar el propio sindicalista petrolero antes. Pereyra está dispuesto, tiene el respaldo de Gutiérrez. Habrá que ver cómo encara la situación Jorge Sapag, a quien le apuntó, con toda la intención de sumar masa crítica, Figueroa durante la campaña.
Por fuera del MPN, hacen cola para endulzar los oídos del desafiante rebelde y federal. Así, puede interpretarse que Gutiérrez consolidó su poder político, y podrá intentar un gobierno que lo represente más cabalmente si es que accede a la reelección; al tiempo que Figueroa quedó también fortalecido, en el rol opuesto, que difícilmente cambie, pues es su prenda de negociación política más preciada, desde este domingo 25 de noviembre, clave para el futuro inmediato, importante para lo que viene un poco más allá en el tiempo.
Rubén Boggi
