2018-07-17

A vos que me "puteaste" por la nota que escribí

Muchas veces siento un nudo en el estómago cuando escucho a alguien hablar de los argentinos, como si fuéramos todos iguales. Compartimos cultura, costumbres, historia, pero reitero: no creo que seamos todos iguales. Jamás quisiera identificarme con la violencia de muchos que, hoy en día, muestran la decadencia en la que estamos.

No hablaré de mí en esta ocasión. Hablaré de muchos de ustedes que tan sorprendida me han dejado. Ésta, es la historia que crearon con simples comentarios en las redes sociales. Es parte de nuestra realidad.

Este lunes, publiqué una nueva historia cotidiana y ciudadana, contando cómo conocí a un gitano que vendía bolsas de consorcio y que mintió cuando le hice una pregunta. Luego, me pidió disculpas y, después de tanto tiempo, seguimos saludándonos cada vez que nos cruzamos.

Tantas personas se quejan de los medios de comunicación y de la falta de veracidad cuando se publica cierta información. Hace tiempo escribo en primera persona, con cada detalle dentro de mis relatos, para que puedan sentirse o no identificados, pero contando la verdad, sin vueltas, y mostrando lo que sucede todos los días en las calles que caminamos.

He aquí algunos de los comentarios, tal cual fueron escritos:

“La verdad que para trabajar en un medio de comunicación muy de cuarta el cuentito y es una historieta barata de cuarta falsa. faltó el había una vez”

La historia es real.

“Una historia de mierda pura basura”

¡Cuánta amabilidad en el comentario!

“No se q mierda paso pero se la pasa de birras…”

 En la nota no se aclara cuánto tiempo pasa entre cada salida. Si así fuera, no entiendo el problema.

“Porque no ponen noticias de lo que pasa en el país es mas interesante que esta nota sin sentido queriendo ensuciar a los gitanos o la mina que se calento con el gitano jaa malísimo lo de ustedes”

La historia relata algo que pasa todos los días en donde vivimos, Neuquén Capital. No ensucio a los gitanos, no es el punto de la nota y, si me gustara, tampoco es el punto.

“Maleeesemo el texto y la historia. Si el pibe es gitano cuál es? Y si no, cuál es? Si quiere insinuar algo sobre cómo pasa de vender bolsas a un cochaso, q diga eso nomas”

Se aclara que no importa si es gitano o no, pero sí la mentira.

“De lo peor que eh leído en mi vida.. malísimo.. pensé qe terminaban garchando por lo menos pero ni eso..”

¡Qué importante el sexo en la vida!

“Qué estúpida”

Lo dijo una mujer que pide por los derechos de las mujeres, mientras insulta a otra sin razón.


Y faltan muchos más. Buenos y malos. Desde lo más sincero de mí, varios comentarios me causaron gracia por lo ingeniosos que son y la imaginación que llevan dentro. Respeto y valoro que, sea cual sea el mensaje, hablen y digan lo que piensan. Pero ahí está el punto: ¿Es realmente eso lo que piensan? Pero, ¡vaya, estamos perdidos!

Pensé por un instante que estábamos hundiéndonos en la violencia, en no prestar verdaderamente atención a lo que se lee o escucha, en querer sacar siempre algo negativo de una situación que no es más que algo que pasó, en el machismo (por parte de las mismas mujeres), en la contradicción constante de varias personas que integran esta sociedad que exige y demanda pero no da el ejemplo, en aquellos que continuamente responsabilizan a los poderes más altos porque “todo está mal” y porque “esta vida es una mierda”.

Como dije, fue por un instante, porque luego recordé que también tienen agallas aquellos que se dedicaron a interpretar el verdadero mensaje de la nota en cuestión y pudieron decirlo. Aquellos que también hacen hincapié en las cosas “buenas”, aquellos con quienes podemos remar hacia el mismo lado, construyendo.

Seguiremos contando lo que pasa. Bienvenidos quienes quieran afrontarlo.

 

Sofía Seirgalea


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