Un índice incómodo clavado en el ojo del MPN
Hay un índice que se ha clavado en medio del MPN, precipitando acciones político-electorales de compleja refutación, y potenciando la paciente acción opositora contra el oficialismo gobernante, sin necesidad de límites que marquen un “adentro” o un “afuera”. Es, claro, el índice que mide la pobreza e indigencia, siempre incómodo en una provincia que se precia de sus riquezas, y que agrega ese componente al valor de la larga hegemonía del partido provincial.
El INDEC mide solamente el “aglomerado” (así es el término estadístico) Neuquén-Plottier, precisamente el área más densamente poblada en el territorio provincial, y para el primer semestre arrojó un resultado de 37,2 por ciento de pobreza medida en personas, y de 5,4 por ciento de indigencia. Esto habla en líneas generales de unas 300 mil personas que están en situación precaria en cuanto a sus ingresos, sin mayores precisiones pues la pobreza no se mide en todo el territorio provincial sino exclusivamente en este “aglomerado” urbano.
Que haya unas 300 mil personas en situación de pobreza en Neuquén, no sorprende, porque no es un dato oculto a la percepción de cualquiera. Quien pretenda confirmarlo sin rigores estadísticos, solo tiene que hacer un paseo por el penoso cordón de pobreza que rodea todas las “áreas lindas” de la capital neuquina. No es un paisaje del que se presuma, ni se muestra entre los atractivos locales; pero existe, y es un dato que inmediatamente ha tomado la oposición al actual gobierno.
El primero que lo hizo fue una astilla del mismo palo, quien todavía mantiene la incógnita acerca de la forma que elegirá para ser candidato a gobernador el año próximo: Rolando Figueroa tuiteó este jueves, refiriéndose al título del diario Río Negro sobre los datos del INDEC (Neuquén vuelve a liderar el índice de pobreza en la Patagonia): “Cuando hablo de sacudir las injusticias, me refiero a esto. No podemos admitir que en nuestra rica tierra se viva en estas condiciones. Vamos a cambiarlo”.
El tuit debería tomarse muy en serio, por la incomodidad que supone el tema para la actual dirigencia del MPN, que no aborda esta cuestión casi nunca, y, cuando lo hace, utiliza el argumento de la masiva llegada de foráneos en precarias condiciones, magnetizados por la atracción descomunal de la riqueza de Vaca Muerta y sus posibilidades.
Figueroa, así, demuestra que disparará sin piedad sobre las abiertas llagas de su propio partido. Ya lo hizo en referencia al affaire patético de la estafa con los planes sociales; y, ahora, extendió el formato crítico al índice de pobreza, un dato frío, innegable, irrefutable e inequívocamente contradictorio con el fenómeno de recuperación económica de la provincia en las actuales malas condiciones generales del país.
