Encuestas, aviones osados, y el futuro de Quiroga

19 marzo, 2015
Encuestas, aviones osados, y el futuro de Quiroga

Periodistas y políticos, otra vez reunidos alrededor de una bien servida mesa, comentaron temas de actualidad y contaron algunas imperdibles anécdotas, en medio de una semana en donde la situación nacional vuelve a tomar tensión con el caso Nisman. Veamos:

Sobre la mesa, platillos con comida peruana elaborada por un patriota conocedor de las artes culinarias, y buen vino para acompañar. Se habló del ineludible tema de las encuestas y se reafirmó que desde el sector del intendente capitalino Horacio Quiroga se tienen números de paridad con el MPN, con el Frente para la Victoria de Ramón Rioseco más relegado. El misterio estadístico que no aciertan a descifrar todavía es el por qué le da a Quiroga una imagen positiva de 58 por ciento en la capital, con una intención de voto de entre 29 y 30 por ciento. Dicen que trabajarán sobre esta brecha, pero sin variar la línea política dura que protagoniza Quiroga, quien por otra parte se está convenciendo de que sería posible un triunfo de Mauricio Macri en primera vuelta en las elecciones nacionales de octubre.

Hubo detalles acerca de lo sucedido aquella vez que Quiroga quedó demorado en Piedra del Aguila, y Macri anunció en soledad que el candidato a vice en Neuquén del sector era Leandro López. Lo cierto es que Quiroga voló a San Martín de los Andes en un pequeño avión (cuatro plazas) de un solo motor, y no pudo aterrizar porque el cielo estaba muy cerrado, con nubes con hielo, y era muy peligroso. Cuando volvían para la capital neuquina, el piloto le preguntó al Intendente si no le quedaba bien bajar en Piedra del Aguila. “Y bueno…metele”, dicen que dijo el osado candidato. Así que la pequeña máquina descendió en una pista que está pegada a la represa, y que no se utilizaba desde hace unos cuantos años. Allí carreteó el aparato, entre yuyos y piedras, y salieron todos (casi milagrosamente) indemnes. Después, fue otra osadía el rescate de Quiroga, en auto, por parte de funcionarios del Municipio, que no podían convencer a la Prefectura que el Intendente de Neuquén había aterrizado en la pista de la represa, y que por lo tanto debían entrar en terreno vedado para el acceso público.

El caso Nisman fue comentado cuando se hablaba de los temas nacionales. Hubo coincidencia en que la vida del fiscal y sus intimidades y festividades diversas, que salieron a la luz y merecieron una durísima crítica del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no tienen nada que ver con la esencia de la cuestión, que sigue siendo que un fiscal de la Nación fue encontrado muerto de un balazo sin que se sepa todavía si se suicidó o si fue asesinado. Algunos comensales destacaron que el gobierno de Cristina Fernández ha redoblado los esfuerzos para “ensuciar” la imagen de Nisman y combatir así los efectos políticos inmediatos, aunque al mismo tiempo provoque reacciones redobladas en las filas opositoras, como la del filósofo y ensayista Santiago Kovadloff, quien tuvo una gran repercusión con su frase acusando al gobierno de pretender “matar a un muerto”. El tema, evidentemente, no se correrá del escenario político-electoral, y se vio como otra prueba de esta convicción el rechazo presidencial a participar de los actos recordatorios por el atentado contra la Embajada de Israel.

También se habló de la presunta estrategia planteada por Quiroga para este año, concretamente, en qué haría en caso de no lograr vencer al MPN en los comicios. Aunque muchos dan como inevitable que en tal caso se presentaría para su reelección como Intendente capitalino, lo cierto es que el mismo Quiroga no tiene resuelto el tema, y prefiere dejarlo ahí, sin resolver, mientras sigue concentrado en la posibilidad de obtener un triunfo que sería histórico a nivel provincial en caso de producirse. Se afirmó que la candidatura de Marcelo Bermúdez por parte del oficialismo municipal es una decisión tomada, y que lo único que manifiesta el Intendente sobre su futuro es que está muy contento, siendo “un sexagenario”, de hacer política tal y como se le da la gana, método que parece le da resultado porque se divierte haciendo lo que le gusta, a tal punto que hasta disimula enojos y berrinches ante las dificultades que se presentan todos los días. Lo cierto es que uno de los comensales arriesgó otra lectura de la bola de cristal política, y tiró que tal vez Quiroga siga su carrera política en algún cargo Ejecutivo de un hipotético gobierno de Mauricio Macri. Todo, por supuesto, a nivel especulación y mientras el champagne ya había desplazado a las vacías botellas de Malbec.

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