El enigmático futuro del MPN

El enigmático futuro del MPN

A poco más de un mes para la que será su salida del gobierno y con una seguilla de derrotas que profundizaron la debacle, la conducción del Movimiento Popular Neuquino (MPN) no ha dado señales de lo que vendrá a partir del 10 de diciembre. Se desconocen las estrategias y también las intenciones. No obstante, el simple paso del tiempo se ocupó de acomodar de manera incipiente, o tal vez no tan incipiente, las piezas.

No hubo desde la catástrofe electoral de abril críticas profundas ni mensajes a los afiliados que miraron, en algunos casos atónitos, cómo la caída se profundizaba al impulso de las derrotas en los municipios. Todas posteriores a las provinciales.

La dirigencia (o parte de ella, como así también la militancia) esperaba un triunfo en Plaza Huincul, pero fue derrota. También esperaba un traspié en Plottier y así fue. La línea descendente prosiguió en Villa La Angostura, donde el cierre del calendario provincial le propinó el último revés.

Fue el último, pero no llegó solo. Por el contrario, vino con la derrota en las legislativas nacionales, donde los candidatos del MPN no tuvieron chance alguna, tal como se presumía luego de la mala performance en las Primarias (PASO).

¿Qué será del MPN? Es la pregunta que el mundillo político se hace. Y mientras se demoran las respuestas se conforma un escenario al que, bien podría decirse, se llegó en un proceso de decantación natural que lejos está de haber terminado.

Los acompañamientos al nuevo estratega y hombre fuerte de la provincia de Neuquén, gobernador electo Rolando Figueroa, no se hicieron esperar. El sector Petrolero lo anunció sin más vueltas, prácticamente de entrada. Y después lo hicieron tanto los jefes comunales en funciones como aquellos que han sido electos. El respaldo mayoritario de la masa de afiliados y simpatizantes ya lo tenía. Eso quedó claro. Luego el intendente capitalino, Mariano Gaido, anunció que no irá por la gobernación en 2027 y le dejó aparentemente despejado el camino a una eventual reelección. Es prematuro, es cierto. Pero los tiempos de la política tienen sus particularidades.

El futuro del MPN parece estar más en manos de aquellos que lo vencieron, que de quienes lo conducen. Y en verdad no hay nada de extraño en esa percepción. No sólo porque el partido estuvo históricamente ligado a la administración provincial, sino porque entre los que conducirán los destinos de la provincia a partir del 10 de diciembre hay referentes con extensa trayectoria en el partido, incluido el propio Figueroa. En todo caso, habrá que escucharlos.

El MPN está fuertemente representado en el frente de partidos que gobernará a la provincia de Vaca Muerta, dentro de poco más de un mes; y la duda es si el sector que acompaña al líder hará pesar esa realidad. La respuesta (no exenta de posibilidades de error) se puede intuir. Pero no es sencilla. Quizá la cuestión se vaya decantando luego del balotaje. Habrá que esperar.

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