La armonía neuquina frente a la histeria nacional

La armonía neuquina frente a la histeria nacional
Bullrich y Morales, del amor a los reproches
Bullrich y Morales, del amor a los reproches

La ruptura que registró Juntos por el Cambio (JxC) a nivel país, no tuvo -al menos hasta ahora- un correlato o réplica exacta (ni aproximada) en Neuquén, donde los socios de esa alianza tienen vínculos estrechos, tanto en el escenario provincial como en el capitalino, con ampliación incluida. Tensar la cuerda o mantener el equilibrio, ese es el dilema no querido de estos días tan agitados, en los que se requiere de lo que rara vez abunda: calma.

Dos de los referentes de ese espacio, Marcelo Bermúdez y Juan Peláez, trabajan por la armonía que requieren las construcciones. Ambos son concejales en la ciudad de Neuquén y tienen grandes responsabilidades partidarias; de hecho, uno es el presidente del PRO y el otro el de la UCR. Ambos a nivel provincial.

Se entiende que el objetivo no se agota en la necesidad de evitar que el conflicto -que tiene en Patricia Bullrich y Gerardo Morales a sus rostros más visibles- detone en la provincia. Por el contrario, va más allá y apunta a mantener la sintonía entre estas fuerzas que, al margen de sus anclajes nacionales, forman parte del frente de partidos que conduce el gobernador electo Rolando Figueroa y que gobernará  la provincia desde el 10 de diciembre.

Peláez se abrazó a la neutralidad de la que habló Morales. Y, también de cara al balotaje, Bermúdez señaló que Bullrich tiene derecho a expresarse a favor de Javier Milei, como lo hizo y desató lo que se interpreta como el principio del fin, en la alianza que terminó tercera en las generales de hace exactamente una semana. Es por eso que, Bermúdez no lo dejó ahí y calificó de inconvenientes a los procederes de Bullrich.

Otros habitantes de la expresión neuquina de JxC también se declararon neutrales. Así lo hicieron, por ejemplo, los diputados provinciales César Gass (UCR) y Leticia Esteves (PRO), quien es la referente neuquina del sector que conduce Horacio Rodríguez Larreta, otro de los que no están con Sergio Massa ni con Milei, pero que han cuestionado a este último, no solo por sus propuestas a las que consideran descabelladas, sino también por el extenso catálogo de agravios que desplegó a lo largo de su campaña, no exenta de ofensas a quienes no pueden defenderse (como el ex presidente Raúl Alfonsín) ni de insultos personales.

Los neutrales comenzaron a recibir presiones por parte de quienes apoyan la sociedad Bullrich - Milei (que gestó Mauricio Macri) y que en las provinciales no se comprometieron con el frente que le ganó la provincia (y varias ciudades) al MPN. Francisco Sánchez, quien no logró retener su banca (en diciembre dejará de ser diputado nacional) los llamó neutralitos. Y Jorge Taylor, empresario y referente en San Martín de los Andes, los convocó a salir de lo que bien  podría considerarse la nueva ancha avenida del medio. Ambos se referencian en la ex ministra de Seguridad.

Los intereses a nivel nacional están claros. Si gana Milei, el ala dura del PRO (que persiste en su mensaje anti k) tendrá cargos de conducción en la administración que este encabece. Si pierde, buscará comandar la oposición de derecha, pero no le será sencillo. Entre otras cosas, porque tendrá que afrontar la derrota y el posicionamiento de aquellos que, en lugar de correrse hacia el extremo, se quedaron más cerca del centro. En el mapa geográfico, la URC tiene mayor presencia territorial que el PRO y en el mapa político -que se dibujó hace apenas unos pocos días- está más cerca de Larreta.

Las prioridades a nivel provincia también son claras: buscarán extremar esfuerzos para cumplir lo que  han prometido en la campaña, cada uno desde su lugar. Los sectores del PRO y de la UCR que acompañaron a Figueroa tienen esa responsabilidad. También la tiene la concejal y ahora diputada nacional electa Nadia Márquez (Arriba Neuquén), quien defendió a la provincia frente a los dichos de su propio referente nacional (Milei) y sentenció que Vaca Muerta no se vende. En el concejo capitalino Márquez formó equipo con Bermúdez y con Peláez. En la provincia lo hizo con el nuevo líder y lo dejó en claro de entrada.

En fin, resulte como resulte el asunto este de JxC e independientemente de lo que suceda en el balotaje, no deberá perderse de vista la necesidad de resguardar a la provincia de las rivalidades y grietas que decantaron en lo que hoy en día tenemos: esta realidad nacional.

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