De la escuela al Ruca Che, momento crucial para el MPN

5 mayo, 2018
De la escuela al Ruca Che, momento crucial para el MPN
aten-casa de gobierno
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Hay una resolución del conflicto por el absurdo. Es cuando no se resuelve, aunque igualmente termina, o parece que termina. En un entramado de pujas políticas diversas, es lo que ha pasado con el conflicto escolar en Neuquén. El gremio cambió de conducción sin cambiarla, el gobierno aplicó la propuesta salarial que había sido rechazada, y ahora se está ante una situación distinta aunque parecida, y lo que queda por esperar es lo que ya ha pasado otras veces, es decir, la lenta agonía de una impostada revolución inconclusa, mientras las escuelas siguen adelante, cada vez un poco más deshilachadas.

El gobierno neuquino se siente optimista porque percibe que se ha fortalecido aunque ATEN siga de paro. Tomó una decisión y la aplicó, y con ello rompió una inercia que lo mantenía a la defensiva. Ahora se vanagloria de haber superado el conflicto al menos en sus aspectos masivos, y enfrentar a un último batallón, un “grupo reducido con una posición intransigente”, como se lo describe al gremio, después de aplicar aumento y descuentos al mismo tiempo, anunciar un presentismo que difícilmente se concrete vía legislativa, y un plan de “recupero de clases” que evaluará el Consejo Provincial de Educación que preside la ministra Cristina Storioni.

Aunque la diputada-sindicalista Angélica Lagunas, en un retruécano intelectual interesante, sostenga que el gobierno ha mentido y sólo descontó una ínfima cantidad de salarios, el gobierno sabe que sí lo hizo sobre no menos de 5.500 cargos docentes cuyos salarios se liquidaron el miércoles y se pagaron el viernes. De esa certeza contable se agarra, precisamente, el gobierno, para asegurar que el paro nunca fue importante en cantidad de adhesiones (hay más de 22 mil docentes en Neuquén).

Parado en una inestable cima de presunta seguridad, el gobierno de Omar Gutiérrez reafirma su tranquilidad sobre la actitud pacífica de los gremios ATE y UPCN, que –se dice- “vieron el primer trimestre como algo positivo”, con el resultado de la aplicación de la fórmula de actualización salarial por inflación. También le aseguran al Gobernador que “bajó la ebullición” en el sector Salud, a medida que se va explicando el convenio colectivo, y juran que si bien se habló de renuncias en el plantel de médicos, “no se efectivizó ninguna”.

Gutiérrez, en este contexto, viajará nuevamente a Houston, Texas, Estados Unidos. Es un viaje rápido, pues estará allí solamente el martes y miércoles. La presencia en La Meca petrolera persigue el obvio propósito de continuar asegurando inversiones para Vaca Muerta. El Gobernador disertará en la sede yanqui del Instituto Argentino del Gas y Petróleo (IAPG), junto con el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren. Ambos enfrentarán sin duda la curiosidad de los inversores acerca del momento económico en el país y la actitud frente a la inflación, la devaluación del peso y, más que nada, la seguridad jurídica que podrá garantizar el gobierno de Mauricio Macri, ante la arremetida opositora.

Antes de viajar, Gutiérrez confirmó, a partir de consultas realizadas por su gabinete con los principales referentes de cada una de las obras públicas en marcha en la provincia con aportes financieros de Nación, que en Neuquén esas obras no se detengan ni suspendan. “No habrá recorte en obras públicas” en la provincia, se afirmó, después de los anuncios del paquete económico anti-corrida que hizo la gestión económica nacional, con eje en un recorte mayor del gasto público este año.

Hay que decir, en este contexto, que el gobierno y el MPN han quedado solos en el escenario circunstancial. No es tanto por su propia actividad y presencia en virtud de que ejerce el gobierno de la provincia en una etapa conflictiva, sino porque así lo ha preferido la oposición, que parece esperar cautelosamente a que el partido provincial defina su interna, o por lo menos, qué hará con su interna.

En este sentido, empieza realmente la etapa de las definiciones. El 12 se hará el acto en el Ruca Che, que empezó a imaginarse como parte de una iniciativa de la lista Azul para consagrar la candidatura a la reelección de Omar Gutiérrez con un respaldo masivo, pero que en el camino fue derivando en una especie de prenda de negociación, y terminó atenuando ese mensaje explícito, para terminar siendo un acto de “convocatoria abierta”, del MPN y para “toda la ciudadanía”, que pretende reunir a los referentes principales partidarios y tener un solo orador, el presidente del partido y gobernador de la Provincia.

Obviamente, aunque sus formas sean cuidadosas, la intención original se mantiene. Desde el gobierno se trabaja intensamente en la posibilidad de continuidad. Pero lo cierto es que todo está abierto a una serie de posibilidades, que dependerán en buena medida de lo que resuelvan hacer en el campo de batalla referentes fuertes como Guillermo Pereyra, Rolando Figueroa, Jorge Sobisch, Jorge Sapag, otros importantes en los niveles de debate, como Ana Pechén, José Ruso, Naldo Labrín, Federico Brollo, Luis Sapag, y hasta el “recuperado” Luis Manganaro, quien pretende convertirse en una especie de fiscal pre-internas de la economía provincial y de su manejo político, e incluso ha desafiado a un debate al ministro Norberto Bruno.

Cada quien es importante en el mapa, más allá de su peso específico y sus posibilidades.  Para quien observa desde lejos, el MPN es un galimatías incomprensible. Para los más cercanos, es la evidencia de la política concreta, esa que hace mucho tiempo ya, dejó en el camino todo aquello que pueda distraer de la única y gran ambición, que es manejar el poder (el disponer de la plata de todos) desde el Estado.

Rubén Boggi

 

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