Los bolsillos deshilachados y encima hay más aumentos

En medio de la debacle económica y la inflación desenfrenada que deshilachó los bolsillos a lo largo y ancho del país, Neuquén se desayunó con una mala nueva: se viene un nuevo aumento en los precios de los combustibles, que se sumará a los aumentos ya autorizados por el gobierno de Alberto Fernández en la TV por cable, la telefonía y la Internet. El coctel es explosivo, si corresponde la expresión.

Aquí, en la tierra de Vaca Muerta, se estima que los surtidores modificarán los valores la próxima semana, para ajustarlos a una suba que -dicen- tendrá un piso del 4%. Al respecto, el presidente de la Cámara de Expendedores, Carlos Pinto, aclaró que “los precios Justos estipulan ese porcentaje pero no qué día se va a aplicar el aumento”.  

También dijo que “el aumento no coincide con la inflación y por lo tanto está causando una descapitalización en las estaciones de servicio”. Para los estacioneros sabe a poco, y para la población es otro golpe a la devaluada economía familiar.

El poder adquisitivo está literalmente por el piso. Y los datos del ISEPCI, instituto que mide los precios en Neuquén y alrededores, así lo confirman. Según su última evaluación, la canasta básica alimentaria tuvo -en abril- un incremento mensual del 9,56% y se fue a 109.644 pesos, para una familia promedio de cuatro integrantes.

Mientras que la canasta básica total, aumentó 18.334 pesos entre marzo y abril, lo que significó un 8,10% de suba. De este modo, se fue a 244.506 pesos. Estos fueron, entre otros, los precios que más subieron: queso de rallar (36,36%), yogurt firme  (34,5%), lentejas (33,87%), el kilo de tomates (83,95%), el kilo de mandarinas (41,25%), la docena de huevos (36,99%), el kilo de pollo (36,92%), el kilo de carne picada (22,67%) y el kilo de paleta (22,04%) ¡Una locura!, lisa y llana.