Salta marca el camino, Neuquén debería seguirla

Salta marca el camino, Neuquén debería seguirla

“Se busca garantizar los derechos de los niños tras el rompimiento de una pareja”, explicó el senador Emiliano Durand, autor del proyecto de creación del Registro de Obstructores de Lazos Familiares, que la Cámara Alta de la provincia de Salta aprobó este jueves y que ahora se abordará en la Cámara de Diputados.

Salta marca el camino y Neuquén debería seguirla. Pero, lamentablemente, proyectos como ese todavía no han prosperado aquí, muy a pesar de que jueces y juezas del Fuero de Familia no dudan en cortar los vínculos entre padres e hijos, ni bien llega a sus despachos una falsa denuncia de violencia.

Citado por el medio local, Qué pasa Salta, el senador Durand explicó que el Registro de Obstructores de Lazos Familiares “va a tener inscriptos a aquellos progenitores convivientes con el menor que impidan el contacto con el no conviviente” cuando, por ejemplo, no cumplan el régimen de visitas.

La iniciativa busca garantizar “el derecho al contacto con la familia”, subrayó el legislador por la ciudad capital. De convertirse en ley -supuestamente el proyecto va camino a eso- la nómina de obstructores y obstructoras estará disponible para el público en general; y quienes incurran en ese delito serán objeto de sanciones, como la inhabilitación para ocupar cargos públicos, la prohibición de acceder a cargos electivos, ser funcionarios del Poder Judicial, ser proveedores del Estado u obtener créditos de entidades oficiales.

“El interés superior del niño es lo que se protege”, enfatizó el legislador salteño y subrayó la necesidad de “evitar que los niños paguen las desavenencias de los adultos”.

Hace más de un año aquí, en Neuquén, el diputado provincial por la Democracia Cristiana, Carlos Coggiola, contó a la AM550 que el proyecto para crear un registro de Obstructores de Vínculos llevaba ocho meses de estancamiento, durmiendo en la Comisión de Asuntos Constitucionales. Era agosto de 2021 y el legislador les recordaba a quienes quisieran escucharlo que “el impedimento de contacto familiar constituye una conducta delictiva”.

“Queremos terminar con los obstructores de vínculos, entre hijos de padres separados”, dijo en aquella oportunidad Coggiola e insistió en que “el impedimento de contacto es una conducta delictiva y está penada”, pero “el registro es (muy necesario como) una instancia de presión para impedir esta situación” que tanto daño les provoca a los niños y niñas, que son tomados de rehenes ante la indiferencia de magistrados y magistradas. Esos chiquitos y chiquitas pierden algo que no se recupera jamás: tiempo.

Así y todo, los fracasos tienen sus penosos antecedentes en Neuquén. Tal es así que en una de las sesiones del Periodo Legislativo 2006 -hace 16 años- los diputados le dieron la espalda a un proyecto con el que el bloque de Libres del Sur propuso la creación del Registro de Obstructores de Lazos Familiares. El tiempo que se perdió entonces no se recuperará jamás.

No obstante, puede decirse que nunca es tarde para enmendar los errores. Después de todo, no existen dudas de que niños y niñas merecen el esfuerzo en la búsqueda de consensos, tal como ocurrió en Salta donde los senadores dejaron de lado sus diferencias políticas y legislaron a favor de quienes lo necesitan. Tan simple, necesario e inusual como eso.

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