Condenaron a padre neuquino a indemnizar a uno de sus hijos

Un ciudadano neuquino fue condenado por la Justicia y tendrá que indemnizar con 183 mil pesos a un hijo que tardó en reconocer. La condena, que se conoció en las últimas horas, es por daño moral y material por pérdida de chance, dado que el joven vivió su infancia de una manera mucho más austera de lo que en realidad lo hubiera hecho con el apoyo de su padre.

Fuentes judiciales contaron que el hombre es (o, al menos, fue) dueño de un corralón y de un boliche bailable; y que tiene otros tres hijos de un matrimonio consolidado a los que supuestamente les habría confiado la administración de sus propiedades.

El fallo, que modifica la sentencia de primera instancia y eleva el monto condenatorio, fue dictado por la Sala Tercera de la Cámara Civil de Apelaciones de Neuquén, que integran los jueces Marcelo Medori y Fernando Ghisini.

A este Tribunal había llegado la causa luego de que el joven interpusiera una apelación contra la sentencia del 26 de septiembre de 2016, que fijaba el daño moral en 60 mil pesos; y contra la decisión del juzgado de primera instancia que no consideró a su favor que el padre recién lo reconoció a los 13 años.

En su reclamo judicial, el joven habló de aflicciones, sufrimientos y perturbaciones en los sentimientos; y dijo que durante más de una década fue discriminado por su padre dado que era conocido como “el hijo de un renombrado comerciante del pueblo generando una minusvalía social”.

En la causa consta el testimonio de una docente de la escuela primaria a la que concurrió el joven y que, según fuentes judiciales, dice: “Tenía muy buena capacidad intelectual sin problemas de aprendizaje sólo relacional y en lo social, sabía que pasaba muchas horas sólo debido a que su madre debía hacer horas extras a los fines de obtener mayores ingresos a pesar que (el padre) era dueño de un corralón de materiales y de un boliche bailable”.

Las causas judiciales comenzaron con una presentación que la madre hizo en junio de 2009, cuando el joven tenía 13 años. En esa oportunidad expuso que formó pareja públicamente en 1992, y que el hombre ya contaba con tres hijos de su matrimonio. Indicó que en enero de 1995 le comunicó su embarazo, y que este se retiró de la casa.

Dijo que pese a “la holgada situación económica” y actividad comercial desarrollada por el hombre, “jamás asistió económicamente a su hijo ni con dinero ni materiales de su corralón”.

Esto, indicó, habría horadado sus posibilidades de acceder a una educación más completa, de poseer una bicicleta, de formarse como jugador de tenis o básquet, de gozar de algún viaje de vacaciones, de ir alguna vez al cine, de haber contado con un televisor en su habitación, y cosas por el estilo.

Más adelante en el tiempo, cuando el joven alcanzó la mayoría edad pidió la reapertura de la causa a prueba. Y ahora, tras analizar el expediente, el Tribunal de Alzada elevó el monto de la condena por el daño no patrimonial a 135 mil pesos, y el monto total a 183 mil pesos.