2020-03-12

En Argentina, el coronavirus es un factor político

El coronavirus es
pandemia, pero en Argentina tiene un
matiz especial
. Pasa por el filtro de la política, de la ideología
política. Y se ha transformado rápidamente en referencia para juzgar, tanto
desde el oficialismo como desde la oposición, las fallas del adversario. Incluso, a riesgo de confundir los
trabajos estrictamente sanitarios, y la actitud de la población frente a la
amenaza.

Así, el macrismo
ha intentado defenestrar al ministro de Salud, Ginés González García. Incluso, varios referentes han planteado que
tiene que dimitir. Le achacan que
minimizó el tema de entrada, y que cuando empezó a tomar nota de la gravedad
del asunto, ya era tarde. El
oficialismo ha respondido a esto con artillería pesada, destacando que “menos
mal” que el coronavirus hizo su aparición con este gobierno y no con el
anterior, el que “había cerrado el
ministerio de Salud y abandonado medicamentos en Ezeiza”.

También hay una
ideología que reacciona. Por ejemplo,
atacando a las “clases altas”, o “los ricos”, o “los oligarcas” por ser, con
sus frecuentes viajes a Europa, los propagadores del mal.
Dicen que no
tienen “conciencia social solidaria”, que no se han cuidado, que eluden los controles y las cuarentenas.

Quienes aducen,
con conciencia de ello o no, razones ideológicas frente a la pandemia,
generalmente son los mismos que
afirmaban que el coronavirus era un invento del sistema para distraer a la
gente de los problemas realmente importantes
; y que, por ejemplo, en
Argentina, había que hablar y actuar respecto del dengue, antes que preocuparse por un bichito del hemisferio norte.

Resulta
conveniente describir a nivel Neuquén, cómo el coronavirus se metió como factor
político en la interna del gremio
docente ATEN
. La conducción de Marcelo Guagliardo suspendió las asambleas –y
con ello, las medidas de fuerza futuras- invocando al virus. La oposición más
extrema dentro del sindicato, le endilgó
complicidad con el gobierno para zafar de una profundización de las medidas de
fuerza
. “No quiere luchar contra el gobierno”, afirmaron algunos, dejando
en claro al mismo tiempo cuál es su concepción de la lucha sindical: luchar contra los gobiernos.

Mientras tanto,
el virus no respeta nada de estas cosas.
Solo quiere alimentarse, reproducirse y, en lo posible, adueñarse del mundo.

Rubén Boggi


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