Inflación más alta y educación más baja, datos negativos para Neuquén

Dos datos concretos de la realidad y su repercusión mediática acrecientan las dudas sobre el presunto estado de bienestar que se difunde a modo de propaganda permanente en Neuquén. Uno es netamente económico, el otro educativo, pero ambos apuntan directamente al origen de cierto malestar ciudadano que, al no encontrar culpables, se manifiesta sorda pero empecinadamente.

El primer dato es el de la inflación provincial. La variación interanual en la provincia es de 56,8 por ciento. El índice de precios solo muestra cómo Neuquén “es más caro” para vivir que otras provincias. El promedio de inflación anual en el país es de 51,3 por ciento. La constante de padecer precios más altos en la provincia ya forma parte de una cultura soportada, casi estoicamente, por los sectores de menores recursos, y desdeñada por los sectores pudientes, entre los que sobresale el petrolero, al que se menciona siempre como la causa, a su vez, de esa ponderación de precios por encima del promedio nacional.

Si en el país la inflación preocupa y hasta puede determinar, por el descontento que provoca y la ineficacia del gobierno en modificar este parámetro, un resultado adverso al oficialismo en las elecciones, en Neuquén se sufre aunque sin consecuencias electorales para el oficialismo provincial, que siempre ha sabido despegarse del mal, como si fuera plenamente inocente. No es cierto, pero por ahora sirve el argumento.

El otro indicador tiene que ver con la ausencia de indicador. Pasa por lo educativo, es decir, la formación del principal recurso económico, que es el humano. Neuquén fue mencionada este jueves en los medios nacionales como la única provincia que no cubrió el mínimo necesario para ser considerada dentro del dispositivo aprender.

El Cronista publicó lo siguiente: “en casi todas las provincias el nivel de participación (en el dispositivo) osciló entre el 89% y el 100% en las escuelas y entre el 71 y 91% de los estudiantes, salvo en Neuquén, donde sólo la realización el 33% de los estudiantes en el 57% de los establecimientos, por lo que en el informe no se consideraron representativos sus resultados”.

El Aprender en Neuquén no cumple con las metas conseguidas en otras provincias por la cerrada oposición del gremio docente, ATEN. El mismo sindicato con el que el gobierno negoció, en pleno verano, y obtuvo un acuerdo que parece asegurarle la paz para todo el año.

Lo que no le garantiza, evidentemente, es calidad pedagógica, o al menos, la posibilidad de evaluar esa calidad, sea por el Aprender que el gremio rechaza, o por otro sistema que podría lograrse, aún con aprobación sindical, para que los neuquinos sepan al menos si lo que parece una catástrofe, es realmente una catástrofe, o solo una sensación de gente mal pensada.

Rubén Boggi