La interna nacional explotó en las narices de Darío Martínez

30 abril, 2021
La interna nacional explotó en las narices de Darío Martínez
federico basualdo
federico basualdo

Por Fernando Castro, desde Plus Energético.- El rol del subsecretario de Energía Eléctrica de la Nación Horacio Basualdo dejó expuesta hoy la profunda interna dentro del gobierno nacional en torno a la postergada suba de las tarifas. Este mediodía medios nacionales consignaron que el presidente Alberto Fernández le había solicitado la renuncia, algo que con el correr de las horas fue desmentido por lo bajo por el ala cristinista de la coalición de gobierno.

Su supuesto rol en la postergación del incremento de las tarifas, habría sido un detonante del pedido que habría realizado el ministro de Economía, Martín Guzmán, en cuya área reviste Basualdo, integrado al organigrama de la Secretaría de Energía que conduce el neuquino Darío Martínez.

Cuando el caso trepaba a los principales títulos de los medios de todo el país, desde el kirchnerismo desmintieron la salida de Basualdo, que responde de forma directa a la vicepresidenta Cristina Fernández. Fuentes de este sector del gobierno nacional mencionaron que la solicitud de renuncia fue una supuesta operación de prensa.  

Este nuevo capítulo en las disidencias explicitadas en el área energética se vincula al tenor de los fondos que el Estado destinará a atenuar el impacto de la suba tarifa en los usuarios residenciales en el segundo año de la pandemia, algo que reclaman las prestadoras del servicio eléctrico y podría actuar como una garantía de repago de la producción de gas y electricidad.

Si bien Basualdo reviste en el ministerio conducido por Guzmán, su jefa política es la vicepresidenta.

La aplicación de nuevos incrementos en las tarifas, luego del proceso de audiencias públicas, pareció diluirse en el tiempo. Las tensiones entre Guzmán y el ala cristinista en Energía quedaron expuestas con las declaraciones públicas en la que Basualdo puso un techo del 9% al incremento tarifario de electricidad.

Esa variación podría ser un escollo para la política de económica que impulsa Guzmán, que busca contener el gasto del Estado destinado a subsidios previstos en el presupuesto nacional del  2021.

En el caso del gas, el tenor de los fondos que insumirá pagar el consumo total del gas es todo un dilema para el país: La cuenta representa unos 221.605 millones de pesos, de acuerdo con la información de la Secretaría de Energía de la Nación. Hoy el Estado asume el 60% del costo total para el segmento residencial. Sostener eso el corriente año demandaría unos 132.963 millones de pesos, para lo que faltan unos 56.087 millones entre las partidas asignadas en el presupuesto a este rubro.

En Economía le pasan factura a Basualdo por demoras en el plan de aplicación segmentada de los aumentos: esto es, cómo se iba a aplicar en diferentes estratos sociales el incremento. La posición de Guzmán es acompañar la evolución de los subsidios en función de los recursos que obtenga el Estado. 

Para el kirchnerismo, la dureza de la crisis económica hace inviable un aumento mayor que el explicitado públicamente por el subsecretario, que al hacerlo, se adelantó a cualquier pronunciamiento oficial de quienes están por encima de él en el organigrama de Energía de Nación, primer paso para la exposición de las diferencias.

Por la tarde, el ala kirchnerista del gobierno nacional desmintió que el presidente le haya pedido la renuncia a Basualdo. Aunque sí señalaron que la pandemia plantea un cuadro de situación que le pone un freno a lo que siempre menciona Guzmán cuando se le pregunta sobre los aumentos tarifarios: que los subsidios solo pueden crecer de forma atada al incremento del PBI del país.

Atribuyeron a una supuesta operación de prensa la salida de Basualdo, y señalaron que el subsecretario no propone un congelamiento de las tarifas energéticas, si bien destacaron que, en medio de la pandemia, los incrementos no podrían superar los dos dígitos.

Otras fuentes consultadas en el sector energético del gobierno nacional señalaron que habrá “un solo incremento del 8%” y relativizaron la veracidad de un posible segundo aumento aplicado de forma posterior. “La prioridad es acompañar a los sectores populares y a la clase media propiciando la reactivación de la actividad económica y  la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras”, expresaron ante una consulta de este medio.

Al margen de las claras diferencias entre uno y otro sector, el episodio suma una nueva diferencia en medio de una discusión que también es central para el sector eléctrico, que tiene en el gas un pilar fundamental para la generación, un segmento de donde el gobierno de Alberto Fernández espera un motor de inversiones para la economía.

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