Boudou y Trump, estrategias parecidas
El procedimiento político para defender a Amado Boudou, negando los sucesivos fallos que avalaron su condena, incluso el último, de la Corte Suprema, permiten comparar la estrategia utilizada por el kirchnerismo argentino con la instrumentada por los seguidores de Donald Trump en Estados Unidos.
En ambos casos, el interés evidente radica en instalar en la población la idea de la razón propia, independientemente de los resultados que se consigan. En Argentina, el kirchnerismo machaca con la inocencia de Amado Boudou y le endilga responsabilidad al Lawfare , afirmando el principio de que la condena es política, y despegando esa esencia de lo estrictamente penal judicial. En Estados Unidos, Trump, pese a perder la batalla de sus sucesivas impugnaciones ante la Justicia del resultado electoral en algunos Estados, inventó su propio Lawfare sin vacilar en poner en duda todo el sistema electoral norteamericano. Para los seguidores de Trump, éste ganó, y hay una conjura para impedirle continuar siendo el presidente de los Estados Unidos.
En Argentina, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, dijo, por ejemplo, que hubo "causas armadas, sentencias truchas, testigos falsos. Nada justo puede resultar de eso". En su cuenta de Twitter, sentenció el mandatario que "necesitamos justicia. Basta de persecución política. Se tiene que acabar el 'lawfare'. #ConAmadoNo".
Otro referente, el diputado nacional y titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, calificó de "aberrante" el fallo de la Corte Suprema de Justicia que dejó firme la condena a 5 años de prisión al exvicepresidente. "El fallo es aberrante desde el punto de vista jurídico, pero demuestra que el gobierno de los ricos y para los ricos dejó el huevo de la serpiente", afirmó Yasky.
