Biden es el Presidente, pero Trum lo niega: ¿hay grieta en Estados Unidos?

7 noviembre, 2020
Biden es el Presidente, pero Trum lo niega: ¿hay grieta en Estados Unidos?
US-VOTE-BIDEN-OBAMA
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Joe Biden consiguió la mayoría necesaria de electores para ser el nuevo presidente de los Estados Unidos. Pero Donald Trump, el actual presidente, desconoce ese resultado. Se niega a aceptarlo, al igual que una parte del Partido Republicano. Acudirá a la Corte Suprema. Es una situación inédita en la historia estadounidense.

Es muy posible que, finalizados los plazos establecidos por la Constitución, asuma Biden la presidencia, poniéndole fin a los cuatro años más singulares de la historia institucional norteamericana. Pero nadie puede arriesgar una proyección sobre cómo llegará el demócrata a ese momento: si con un país dividido en dos, tal como mostró la elección, debilitado por el duro cuestionamiento a su legitimidad; o, habiendo superado esa instancia, fortalecido por la arremetida en falso de los partidarios de Trump.

Los 290 electores que conseguía Biden contra los 214 de Trump, no alcanzan a reflejar la magnitud de la debacle socio-política estadounidense. 74,8 millones de votos eran para el demócrata; y 70,6 millones para el republicano. Una participación ciudadana como nunca antes se había registrado en un país donde el voto es voluntario. Pero, también, una división, que, al menos en estas horas, se planteaba de manera combativa, al punto de negar el resultado de las urnas.

¿Le dio Trump una estocada de gravedad al sistema institucional de los Estados Unidos? En todo caso, lo desconoce, y afirma que el que la asestó fue el electo presidente, Biden, sobre la base de una presunta corrupción usada en el sistema, traducida como “fraude”, con el uso de los votos por correo.

Este sábado, los entusiastas demócratas llenaban las calles con la alegría de los festejos. Pero, en las sombras, otros grupos de republicanos rumiaban la desaprobación y el desconocimiento a lo ocurrido, levantando la consigna del “nosotros ganamos”.

¿Un capricho del magnate que no sabe perder (según el mismo reconoció) a nada? ¿O el principio de una grieta en el hasta ahora exitoso sistema en el que se afirma la democracia norteamericana?

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