Creí que ya tenían la vacuna

13 junio, 2020
Creí que ya tenían la vacuna
colectivos cuarentena
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Desde que tenemos este virus entre nosotros, empecé a deducir que había una nueva casta, la de los que “no se contagian”.

En general son periodistas y políticos que están dentro de las 24 excepciones que pueden andar sin problemas, pero nos informan o nos dicen como tenemos que cuidarnos.

He escuchado personajes de la tele que dicen que tuvieron que ir a ver, por ejemplo, a sus nietos porque sus hijos tenían que hacer cosas, personajes que si pueden pagarse un avión particular pueden irse a Esquel, Punta del Este o viajar entre las provincias (cualquiera sea, con o sin contagio comunitario) , que pueden ir todos a ver al presidente a Villa La Angostura y sacarse fotos sin barbijo ni distancia y reunirse mas de 10 a comer un chivito, que, espero, que cada uno haya tenido sus cubiertos, vasos y servilletas de papel; que pueden viajar a buenos aires (zona de contagio comunitario por excelencia de la argentina) y juntarse con ministros, directores, empresarios y salir en las fotos sin barbijos y volver y no hacer aislamiento.

Entonces empeze a suponer que tenían la vacuna y nosotros los de a pie teníamos que cuidarnos, y que ellos están protegidos.

Mi hijo vive en Dina Huapi, no lo puedo tocar desde el 20 de marzo (puse tocar porque ver lo veo ) y no puede pasar la frontera porque no es de los esenciales y resulta que algunos pudieron pasar para ir a Villa desde Bariloche, en los puentes nuestros (cipolletti Neuquén) dos horas de cola para controlar y pueden venir a reuniones o juntarse en Buenos Aires, porque obviamente además de los gobernadores alguno más viaja, y los pilotos de los aviones particulares hacen cuarentena o están exceptuados.

Pero ayer uno de ellos se enfermó, y hoy veo al gobernador y todos los acompañantes mas separados, y con barbijos, y me doy cuenta que fue suerte, no era la vacuna, era que ellos tienen controles permanentes, y era omnipotencia, y nosotros debemos cumplir a pesar de las diferencias, lo único que nos puede salvar por ahora, es el distanciamiento, mate para uno y pico de botella para uno.

Raul Dobrusin

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