El embajador, el empresario y el gobernador, en momento clave

Edulcorada visita del embajador de Estados Unidos en Argentina, Edward Prado, a Neuquén, este lunes. El funcionario llegó, para, centralmente, conocer las instalaciones de Vista, la empresa de Miguel Gallucio. Tanto Prado como Gallucio se vieron, además, con Omar Gutiérrez, a los ojos del mundo el gobernador de Vaca Muerta.

La armonía que se “vende” desde declaraciones y fotos, es un poco más complicada desde el punto de vista de la realidad descarnada. Vaca Muerta está convulsionada en la coyuntura, que, aunque no amenaza su proyección a muchos años, sí pone complicaciones concretas y no deseadas para las empresas. En ese sentido fueron las pocas declaraciones: el ansia es marcar una y otra vez la necesidad de reglas claras, estables, duraderas. Algo que en Argentina es más fácil decir que hacer.

Prado, quien no quiso saber nada de hablar abiertamente con los periodistas neuquinos, vino a conocer in situ algunas intimidades de la empresa de Gallucio, a quien su gobierno benefició con un crédito importante, unos 450 millones de dólares. Pero también la visita tiene peso en la transición eventual que atravesaría el país, si los comicios de octubre convalidan un cambio de gobierno, de Macri a los Fernández. Gallucio no es ajeno a este presunto período que involucrá centralmente a YPF en el área energética, y, de hecho, trascendió que Cristina Fernández habla con él para asesorarse sobre el qué hacer con la actualidad de la petrolera estatal y Vaca Muerta.

Gallucio, obviamente, no contestó a la pregunta de si Cristina le había pedido consejos y encargado algo respecto a la cuestión concreta. Se limitó a mencionar el rol que había tenido tanto YPF como el gobierno de Cristina en los inicios de la producción en Vaca Muerta, y, especialmente, el papel importante que tuvo en su momento el gobierno del MPN, con Jorge Sapag. Lo único que admitió de él y Cristina es que mantenían una relación de mutuo respeto.