La opulencia populista del MPN contrasta con el resto
El MPN mostró este miércoles su opulencia a la hora de mostrar poderío, con una multitudinaria asamblea petrolera convocada en el contexto de la campaña electoral, que fue encabezada por el candidato a senador Guillermo Pereyra y el gobernador Omar Gutierrez.
Fue en Añelo, la virtual capital (en formación) de Vaca Muerta. Miles de trabajadores petroleros y de la UOCRA abrigaron la plataforma de camión que sirvió para la puesta en escena, bien proletaria, del partido provincial. Los discursos, previsiblemente, apuntaron a la generación de puestos de trabajo y a las leyes propuestas y aprobadas a instancias de Pereyra que apuntalaron ese logro, la creación de unos 10 mil puestos de trabajo en un sector que durante la crisis, había perdido 1.700.
La movilización fue la más importante de la campaña. Es posible que no sea igualada por las otras fuerzas, que no tienen el poderío ni las influencias del MPN –y del sindicato petrolero- a la hora de conseguir audiencia. Se ratifica además una certeza: mientras Oscar Parrilli, el candidato a senador del kirchnerismo, no aparece; y Horacio Quiroga solo lo hace esporádicamente y más que nada vinculado a tareas de su gestión como intendente, Pereyra es quien más movilizo y concretó una campaña según la tradición electoral.
El MPN, es cierto también, el que más la necesitaba. Va con boleta corta, sin que haya candidato a Presidente que arrastre el voto de nadie. Por eso reparte boletas a domicilio, en prolijos sobres que guardan la boleta propia, y tres opciones presidenciales, para que el elector elija cualquiera, pero ponga la del partido del triangulito neuquino.
