Perdieron todo por la lluvia y la indiferencia del Estado

Una casa precaria construida con las sobras de otros, 14 personas y apenas unos cuatro colchones para todos, esa es la realidad, además de otras falencias, que vive la familia Pereyra. Una realidad que se repite, pero que aquellos que tienen que verla prefieren dar vuelta la cara.

Los 14 viven juntos, 8 adultos, 6 los niños y sus mascotas, comparten la vida, la casa y el dolor de perder en días como hoy, lo poco que tenían.

A las 4:30 de la mañana, a Mónica, la referente del asentamiento Ferrocarril de Ferri, en Cipolletti, le golpearon la puerta de su casa, “fue muy triste” cuenta, llevaban a esos seis niños porque los colchones estaban empapados, no tenían calzado seco y llovía más adentro que afuera.

Ayer miércoles a la mañana, cuando no habían perdido nada aún, cuando desde el canal 24/7 Noticias, les hacían una nota, contaban que se les hacía muy difícil el día a día, calefaccionar la casa, conseguir la leña, porque no quedan chacras donde pedirla y comprarla no es una opción.

Viven de changas, a veces tienen unos pesos más, otros menos, muchos días nada. Solo dos de los adultos tienen un trabajo más o menos estable, pero “en negro”. Desde la comisión del barrio le dan un módulo, una bolsa de alimentos con productos básicos, que es más que obvio que no alcanzan.

Acción Social nunca se hace presente, parece desconocer el barrio, a pesar de que unas 52 familias viven allí hace muchos años, familias que viven, apenas, un poco mejor que otras. Defensa Civil solo llega en casos extremos.

La casa de los Pereyra estaba hecha con nailon viejo, cartón y pallets,. Algunas de las cosas, partes de la casa, traídas del basural. Hoy "esa casa" está mojada, y casi todo perdido. No tienen ropa, no tienen, calzado, no tienen colchones, perdieron lo poco, o mucho para ellos, que tenían.

Mientras tanto, sin alivio de la lluvia, siguen esperando ayuda. Que tal vez llegue de los vecinos de la ciudad, ya que al intendente parece importarle más sacarse una foto y anunciar unas pocas cuadras asfaltadas, mientras en su ciudad, cientos de familias se ven amenazadas por el frío, la lluvia y la pobreza.