La PIAP no va más: habrá retiros y absorción laboral petrolera

Hace tiempo que se tiene la certeza, y ahora se lo admite, aunque a media lengua: la producción de agua pesada en la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), de Arroyito, en Neuquén, no seguirá; la máxima expectativa es reconvertirla, sin todavía tener garantías de si es eso posible; y, en lo inmediato, incorporar la mayor parte del personal que se pueda al negocio de dar servicios a petroleras.

"La empresa ENSI (administradora de la PIAP) tiene dos unidades de negocio, una de producción de agua pesada con 300 trabajadores, y una unidad de negocios de servicios hidrocarburíferos, con 830 personas. Como representantes de la provincia en la empresa, estamos haciendo lo posible para salvaguardarla, de manera de darle continuidad a las familias que forman ENSI", dijo Rodolfo Monteiro, el secretario de Energía de Neuquén, después de recibir a una delegación de operarios de la PIAP.

El funcionario indicó que "en tanto no haya un horizonte de producción en los próximos años, debemos trabajar desde la provincia y junto al gobierno nacional para poder transferir la mayor parte del personal a nuevos contratos de servicios en el sector hidrocarburífero”. Y blanqueó una situación impuesta de facto con anterioridad, que es “la instrumentación del plan de retiros voluntarios para aquellos empleados que así lo prefieran".

El gobierno neuquino, en este contexto, plantea que “se continuará trabajando con el gobierno nacional en un contrato de conservación de la planta, que permita en un futuro ponerla nuevamente en funciones”, y que eso puede pasar con el proyecto de la planta de fertilizantes, que, “si bien ya se cuenta con varios interesados, se tiene que definir con el gobierno nacional la disposición de la planta para futuros inversores”.