El pacto petrolero anti-K se reafirmó en Río Negro, a favor de Juntos
Hay un gran acuerdo político del establishment petrolero que ya obtuvo un triunfo en Neuquén, con la continuidad del MPN, y que ahora persigue el propósito de ratificar una continuidad en Río Negro, con el aval a los candidatos que van por Juntos, el sector que comanda el actual gobernador de esa provincia, Alberto Weretilneck.
El acuerdo que une en el mismo objetivo de Vaca Muerta a las dos provincias se conocía en el ámbito político, y fue explicitado en un encuentro realizado en el Club Caza y Pesca de Cipolletti, donde el actual secretario de Energía rionegrino, Sebastián Caldiero, hizo de anfitrión para recibir al senador nacional y secretario del gremio petrolero, Guillermo Pereyra, para compartir la velada con el candidato a vicegobernador de Juntos, Alejandro Palmieri, referentes políticos y de la industria de los hidrocarburos.
Palmieri destacó allí que la meta del gobierno de Juntos “es y será generar previsibilidad y estabilidad”, a un sector “que dinamiza la economía de toda la provincia”, en alusión a la industria petrolera; mientras que Pereyra, tras señalar que la práctica del fracking “no es perjudicial”, blanqueó lo que ya es una certeza: “Al igual que nuestro MPN, Juntos es un partido local, abocado a defender lo nuestro”.
“Nosotros no recibimos órdenes desde Buenos Aires. Trabajamos por la gente. Nosotros tenemos muy en claro qué tenemos que hacer, sin que lo vengan a decir los partidos nacionales”, dijo el senador emepenista, además de indicar, como al pasar, que “es una barbaridad hablar de manzanas con olor a petróleo, o decir que se acabó la joda”.
El encuentro fue mágicamente esclarecedor acerca de un anticipo de este diario: la estrategia de Juntos en Río Negro es un calco de la aplicada en Neuquén por el MPN. Esto no es casualidad ni una mera semántica de campaña, sino que responde a un acuerdo más profundo, el que sirvió para obturar cualquier posibilidad del candidato K en Neuquén, Ramón Rioseco, y que pretende ahora alejar del sillón de Viedma al aspirante a ese trono desde el peronismo, Martín Soria.
En los dos casos, el factor común es el cuidado político para no perjudicar el desarrollo de Vaca Muerta tal cual se ha planteado hasta ahora.
