Impacta en el mundo el triunfo de Donald Trump

9 noviembre, 2016
Impacta en el mundo el triunfo de Donald Trump
GOP 2016 Trump
GOP 2016 Trump

No importa lo que ocurra, el sol volverá a salir por la mañana. Las palabras de Barack Obama resonaban en la noche más larga, la del triunfo de Donald Trump sobre Hillary Clinton. Una noche que sembró incertidumbre en el mundo entero, ante el ascenso de un magnate, que se adueñó del discurso anti política, y  habló en voz alta de lo que muchos (la mayoría) pensaba en voz baja.

El peso mexicano caía 13 por ciento. La bolsa de Tokio se derrumbaba 5 por ciento. Se comenzó a cuestionar la globalidad y su éxito. Los memes de las redes sociales extremaban ingenio sarcástico. ¿Un nazi presidente de Estados Unidos?  ¿Un racista? ¿Un xenófobo? ¿Un machista? ¿Se encubó el huevo de la serpiente sin saberlo, durante los últimos años en Estados Unidos?

Los analistas precipitaban conclusiones rápidas ante la sorpresa del magnate que venció en el Estado con más hispanos después de atacar duramente a los hispanos. “Una cosa es lo que se dijo en campaña, otra la que se hará. Trump deberá convocar a la unidad, a la distensión”, se repitió, como una letanía esperanzada. “La comunidad hispana respondió, cumplió, fue protagonista. Trump deberá negociar con nosotros”, se dijo.

En el bunker demócrata, centenares de mujeres lloraban a moco tendido. En el bunker ¿republicano?, la fiesta era evidente. Los sombreritos rojos volaban por los aires y las sonrisas plenas de cuidados odontológicos relucían con brillo triunfante.

Los argentinos más trasnochados, afanaban sus expresiones en Twitter, en Facebook. Desde la extrañeza y cierto pavor temeroso, al sarcasmo de afirmar que nuestro país había adelantado tendencia al votar a Macri el año pasado.

Allí, en el norte poderoso, el país de los más de dos siglos de democracia ininterrumpida eligió por mayoría del colegio electoral integrado por representación de cada uno de sus Estados, al multimillonario provocador, en desmedro de la mujer política veterana y curtida en mil batallas palaciegas. No fue una victoria apretada. Fue, en el contexto, contundente.

Ahora, se espera a ver qué sucederá, consumado esta especie de milagro inquietante. Trump enfrenta un país que se dividió en dos. Si sigue el manual, convocará a cerrar la grieta. Acudirá al partido Republicano a restañar heridas y convocar cuadros, que necesitará para gobernar. Y hasta es posible que lance señales de concordia hacia el resto de los mortales. O no. ¿Quién puede asegurar lo que hará Donald?

 

 

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