La inocencia de Putin junto a la oportunidad opositora

4 noviembre, 2016
La inocencia de Putin junto a la oportunidad opositora
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Vladimir Putin tal vez no se entere nunca de haber tenido, al menos por unas horas, unos encendidos defensores indirectos en los lejanos lares patagónicos, pero así fue: el trío integrado por Raúl Podestá, Soledad Martínez y Nanci Parrilli derramó lágrimas sobre la frustración de Chihuido, y atribuyó todas las culpas al gobierno de Mauricio Macri y al de Omar Gutiérrez, salvando de responsabilidades al jerarca ruso que negó el crédito para financiar la represa.

Podestá y Martínez, más allá de su pasado kirchnerista, destacan en la posición por el perjuicio para Zapala que implicaría la no concreción de la represa. Es un perjuicio futuro, en todo caso, y también hipotético, porque en realidad la oleada de negatividad que recorre Chihuido (no es de ahora, la frustración viene desde hace medio siglo) en la actualidad debería relativizarse, pues es cierto que hay una opción China para el financiamiento, no segura, pero sí probable. El perjuicio hacia Zapala se agiganta ahora, mucho más que las notables ventajas que suponía el proyecto cuando estaba viento en popa: evidentemente, la oposición rinde más para el grupo zapalino que la conformidad con el oficialismo.

Parrilli, en cambio, no necesita esgrimir pertenencia a la zona centro, que no la tiene. Le alcanza con ser parte de una visión inherente al kirchnerismo residual y al peronismo que sigue conduciendo en Neuquén. La instrucción es agrandar la hecatombe alrededor del fracaso de Chihuido, y cargar toda la responsabilidad sobre el carácter avaro de Macri, que osó pedir una rebaja en la tasa de interés del financiamiento, una herejía, de pronto, para los defensores del desendeudamiento de la década ganada.

¿Qué dice, mientras tanto, el MPN? Poco, es cierto, para el público. En la intimidad, sigue apostando las fichas al gobierno nacional y su eventual habilidad para coquetear hasta consumar con el Eximbank chino. No se duda en una explicación de evaluación económica internacional: “Rusia, se dice, ya tenía decidido no financiar, pero no por la tasa de interés, sino porque no está en condiciones de afrontar una inversión de semejante envergadura para tener un recupero escaso y a largo plazo”.

En la historia de la construcción de represas en Argentina, no debe sorprender lo que pasa con Chihuido. Todas las grandes obras de infraestructura hidráulica tienen una larga y penosa historia, desde El Chocón hasta Yaciretá. De ahí, a construir un sanguchito con la oportunidad de un fracaso, y ver en eso una ventaja, hay un largo trecho, una brecha casi permanente, que divide la racionalidad constructiva, de la liviandad tremendista que crece desde la destrucción.

Rubén Boggi

(Foto: Yamil Regules, diario Río Negro)

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