Una charla informal con el presente de Quiroga

22 junio, 2013
Una charla informal con el presente de Quiroga

Un periodista de este diario tuvo una charla a solas con el intendente Horacio Quiroga, mientras se preparaba la conferencia de prensa para presentar los candidatos al Congreso, que competirán en las Primarias de agosto. Se cuentan aquí algunas intimidades:

Un ambiente muy distendido y variopinto alrededor del Intendente. Allí se lo vio a Ruben Etcheverry, primer candidato a diputado, charlando con hombres provenientes de la misma raíz política, el MPN: Adolfo Emilio Grittini, y Fernando Palladino. Estos dos últimos, más veteranos, recordando los tiempos municipales, uno en Cutral Co, el otro en Picún Leufú. Hombres del populismo con distintas experiencias, claro, compartiendo con por ejemplo quien es la primera candidata a senadora, Carolina Rambeaud, más cercana a experiencias como la de Mauricio Macri en Buenos Aires. Quiroga lo explica de manera sencilla al abanico ideológico que confluye en su espacio político, y con un pragmatismo desnudo: es el valor de la herramienta, en este caso el partido Nuevo Compromiso Neuquino. “Es un partido nuevo, no se le pregunta a nadie por el pasado, sino por lo que quiere hacer con el futuro. Acá hay algunos que si yo le proponía unirse a nuestro proyecto desde la UCR, me sacaban carpiendo”, dice el Intendente, entre sonrisas, al tiempo que reconoce rápidamente que él mismo es un radical de 40 años de pertenencia.

Quiroga observa la realidad política con una especie de pesimismo optimista. No le caben dudas que en Argentina se está dando un proceso que ya fue anticipado por Venezuela, con una progresiva debacle económica que se une con ausencia o avasallamiento de libertades. “Allá el monocultivo es el petróleo, acá la soja”, dice. En ese contexto, para él la presidente Cristina Fernández “redobla la apuesta” y pretende “llevarse todo por delante”. Cree que efectivamente el gobierno nacional hará todo lo que pueda hacer y aun más para conseguir una reforma constitucional que habilite una re-reelección. Además, ubica al gobierno neuquino, de Jorge Sapag, totalmente pegado a los avatares del gobierno nacional. De la actual coyuntura, rescata los emergentes que pueden cambiar la situación política. Se lo ve muy atento a lo que pueda hacer Sergio Massa, quien este sábado precisamente confirmó que irá como candidato a diputado nacional, por la “renovación”, es decir, compitiendo con la lista que arme Cristina Fernández. “Sergio quiere ser candidato a Presidente”, dice Quiroga, quien tiene un informante constante sobre las claves de la situación bonaerense –cada vez más importante en la balanza nacional- en Mario Meoni, el intendente de Junín.

Uno de los temas importantes que se tocó en la charla es la situación de los bonos municipales, que Quiroga necesita para enfrentar deudas de la Comuna y para hacer obras grandes. La emisión de estos bonos, hasta 200 millones de pesos, necesita del permiso del gobierno nacional. Están allí, a la espera, desde diciembre del año pasado. “Espero un mes más. Si no pasa nada, entonces tendré que pensar que hay una traba política que se le quiere poner a la ciudad”, dice el Intendente. “Tenemos todo en regla, toda la documentación presentada”, enfatiza Quiroga, quien no se cansa de repetir que a diferencia del gobierno provincial y los TICAFO, las necesidades de su gobierno no son las de enfrentar gastos corrientes como por ejemplo el pago de los salarios, sino atender erogaciones extraordinarias, e invertir en obras públicas.

Mientras, no se resigna ninguno de los proyectos grandes, como por ejemplo el de los parques del Oeste y del Este. En el caso del Parque del Este, que contempla la construcción de una calle costanera sobre el río Neuquén, que unirá la entrada a la ciudad desde el puente carretero con la rotonda de la Legislatura, Quiroga no disimula su entusiasmo. Pero claro, es un proyecto caro. ¿De dónde saldrá la plata, si se demoran los bonos? “Tenemos muchas propiedades municipales para vender, a buen precio, para recaudar varios millones de dólares”, afirma el Intendente. Ese proyecto, más el pavimento que se va haciendo en los distintos barrios, más las obras sobre el río Limay en el otro extremo de la ciudad, en la zona de balnearios, se percibe que forma parte de la idea principal que tiene para conseguir una ciudad más “competitiva” en términos turísticos y de calidad de vida. Mientras, no se olvida de algunas cuestiones primarias  ineludibles. Por ejemplo, la licitación que piensa anunciar entre agosto y septiembre para el servicio de recolección de residuos, un tema clave para la ciudad y para su propio eslogan de “una ciudad más limpia y ordenada”. Allí Quiroga enfrenta una tormenta política con el MPN, que le ha cuestionado directamente la relación con la empresa de Benito Roggio, actualmente concesionaria con su controlada CLIBA. “No sé si Roggio querrá seguir”, dice Quiroga. “Lo que sé es que estamos preparando una licitación exigente, que incluya más tecnología para avanzar, por ejemplo, con los contenedores en lugar de los cestos para basura en cada casa… y que fundamentalmente asegure la continuidad de la misma cantidad de gente que está trabajando ahora en ese sector”, remarca significativamente el Intendente.

En definitiva, Quiroga reafirma que consolidará su partido, el Nuevo Compromiso Neuquino. Que buscará afiliaciones, que promoverá las elecciones internas. O sea, que no parece tener retorno de esa jugada que pergeñó hace apenas un par de años. Y quiere dejar una ciudad mejor “para el próximo intendente”. ¿Y quién será ese próximo intendente, o por lo menos, a quién se propondrá desde su espacio? Se le pregunta rápidamente. Tras la risa obligada que en realidad esconde la necesidad de tomar aire para no decir todo lo que se piensa sino en todo caso lo que conviene a la coyuntura, Quiroga esboza y confirma a la vez que no hay un candidato, sino dos, que se toman en cuenta seriamente. Uno es el actual presidente del Deliberante, Gastón Contardi. El otro, el jefe del Gabinete, Marcelo Bermúdez. El intendente asegura que le encanta que haya competencia entre sus hombres, siempre y cuando sea leal y no se armen “internas en el gobierno” que obstaculicen aspectos de la gestión. “Ahí intervendría yo rápidamente”, afirma, con gesto adusto.

La charla terminó porque llegó la hora de presentar los candidatos. Allí se ubicaron a la mesa principal Marcelo Inaudi, Carolina Rambeaud, Ruben Etcheverry, Adolfo Grittini. Entre la concurrencia, muchos dirigentes y funcionarios. Sin presencia de radicales ni gente de la CC-ARI. Los discursos hicieron eje previsible en recuperar la “soberanía” neuquina sobre los hidrocarburos, bandera que tendrá en Etcheverry el portaestandarte principal, con sus antecedentes como secretario de Energía del último gobierno de Felipe Sapag, su presidencia en Gas y Petróleo del Neuquén, su paso por ENARSA, y sus trabajos en el campo privado, siempre vinculado a empresas energéticas. En la sensación del periodista quedó fijada la idea de que se está armando en Neuquén una competencia electoral con un nivel de profundidad mayor al habitual. Que llegan tiempos trascendentes. Más allá de encuestas o vaticinios, más allá incluso de resultados inmediatos, el proceso, es notorio, está en marcha, e inevitable, inexorablemente, deberá ser para mejor.

 

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