Pacientes de pediatría soportaron el intenso calor tirados en el piso

En plena ola de calor los niños internados en la vieja Clínica Arenales de Cipolletti, donde se derivó el área pediátrica como consecuencia de la pandemia, tuvieron que soportar las altas temperaturas sin aire acondicionado ni ventiladores. Ante este panorama una madre organizó un grupo para recaudar fondos.

El edificio de la calle Arenales al 300 pertenece a la Municipalidad de Cipolletti. Al inicio de la pandemia se pensó en utilizarlo como unidad Covid, pero con el paso de los meses por decisión del Ministerio de Salud y la dirección del Hospital Pedro Moguillansky se trasladó la Unidad Pediátrica, para poder liberar camas del hospital. Lo cierto es que las condiciones no estaban dadas para una internación y los médicos y familiares de los pacientes dejaron al descubierto que el lugar no parecía ser el más adecuado.

Días atrás, con las temperaturas que superaron los 40 grados, en la ciudad que fue considerada el jueves como "la más caliente de América", los niños de esta Unidad Pediátrica y sus familiares padecieron el calor.

Vanina lo vivió en carne propia. “Tuve a mi nene internado el viernes, por una gastroenteritis y deshidratación leve, estuvo cinco horas internado. Sufrimos muchísimo el calor, el nene se sofocaba del calor que hacía, y eso que fueron solo cinco horas” dijo la mujer al ser consultada por este medio.

Pero la suya no fue la peor situación: "mamita acá abajo estas en la gloria" le dijo una enfermera mientras le cambiaba el suero a su hijo, "allá arriba tenemos a niños quemados que están durmiendo en el suelo porque buscan un lugarcito fresco, no hay ni una brisa. Allá arriba es insoportable el calor y no podemos hacer nada”.

“Yo no supe que decir en el momento", se lamentó Vanina, "hasta que veo una publicación donde muestran lo que esta enfermera me contó a mí: un nene todo vendado tirado en el piso, que está quemado”.

Además de no poder transitar una internación lo mejor posible debido a esta falta de previsión desde el área de Salud Provincial, esta mamá describió que los padres que acompañan a los menores en las habitaciones tienen tan solo un pupitre donde pasar las horas y los días.

"El lugar no está apto para que funcione una pediatría”, afirmó y destacó que la atención de todo el personal, “es espectacular”.

Sin quedarse de brazos cruzados y pensando en aliviar a estos niños que deben permanecer internados, Vanina inició una campaña para armar un grupo de whatsApp con 100 personas, y que cada uno haga un aporte de $200 para poder adquirir ventiladores y donarlos a la Unidad Pediátrica. Una vez juntadas las 100 personas se cierra el grupo dice la publicación de un estado compartido en redes. “Quien desee colaborar con esta buena causa y no esperar a que los políticos se pongan una mano en el corazón y hagan algo, me avisan”.

Pasadas las 22 del lunes, ya eran 90 las personas que se habían sumado para buscar la solución a un problema que el gobierno debería haber evitado.