Los cisnes, de la heladera oxidada a las llantas de camiones

15 enero, 2020
Los cisnes, de la heladera oxidada a las llantas de camiones
sarhan
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Especial de Oscar
Sarhan (de su muro de Facebook)
Camino a Balsa las Perlas, por una de las
alamedas más bellas que aún quedan en nuestra ciudad, llegando al río, a su
balneario habilitado, al “Water Park” (kiosko que, vaya a saber uno de quién
es) existen estas lagunas, y que están tapando.

Las rodean canteras, emprendimientos inmobiliarios, y
cientos de coches que a diario pasan frente a ellas.

Podría decir que este es mi barrio.

En la gran laguna de la foto viven cisnes de cuello negro,
cormoranes, biguás, nutrias, garzas, y peces que, cuando cae el sol, se ven
saltando con brillitos que emocionan.

Todos los días, esto se va sepultando. Por aquí respira la
tierra y el cauce del Limay, a 200 metros; también respiramos quienes creemos
que este paisaje es tan necesario como el agua potable, las cloacas bien
hechas, las petroleras lejos de la gente.

¿Cómo puede ser que los cisnes zigzagueen lavarropas y
cocinas, que las garzas vuelen de una heladera hasta las llantas de camiones?

¿Cómo puede, alguien, poner un cartel que diga “se reciben
escombros”, y transformar un espacio de la vida en un cementerio de plásticos,
de artefactos oxidados, telgopores, fibra de vidrio, lana de vidrio, colchones,
botellas de vino, reposeras, techos desmantelados, vigas de hormigón, bolsas
con animalitos recién nacidos?

...Y después miramos al koala chamuscado en la Australia
incendiada, los osos polares en equilibrio sobre derretidos glaciares. Después
donaremos en el “Híper” los hipos de colesterol para un mundo mejor. Después
entrará la camioneta con sus súper ruedas para lavarse en la corriente, y habrá
para brindar, con gusto a pañal de frutas, un agua saborizada.

Pareciera que ya nada importa. Todo es una reverenda ca...

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Capítulo II

Como en el poema de Lorca, a las 5 de la tarde, los vecinos
de la laguna que se encuentra en inmediaciones al rio Limay, camino a Balsa las
Perlas, nos reunimos con funcionarios del municipio de Neuquén, encabezados por
Cristian Haspert (¡gracias!), subsecretario de limpieza urbana.

Sacamos en limpio, paradójicamente, que se abrirán acciones,
en una primera instancia, para el diálogo con la familia propietaria de la
cantera, que, hasta el día de hoy, sigue recibiendo la basura que se constata
en las fotos para el relleno y muerte de este bien común.

Según informes que proveyó gente del municipio, los
escombros que recibe la laguna, están avalados con absoluta vigencia a partir
del 2011. Es decir, que todo este desastre ambiental tiene sello responsable
desde hace 9 años.

¡Por favor, revisen esto!

Si así no ocurriese, estamos hablando, dada la magnitud de
la laguna, que restan muchos años aún de esta impunidad.

Ver los restos de coches, paredes en bloques, artefactos,
cubiertas, es la agonía de una enfermedad crónica, lenta y silenciosa. Es un
dolor que se instala en el cuerpo, te va nublando la vista. Te cambia el sonido
de los pájaros por el continuo goteo en estruendo de las hormigoneras.

Al estar alta la napa, se filtra en las casas aledañas el
aceite de motores sumergidos, de tachos con brea, bolsas con pilas y un largo
etcétera.

La desidia, los negociados con membrete, la ignorancia, la
falta de educación, la indeferencia, el poco respeto por la vida, siguen a la
orden del día.

Es el mal de esta época. Estamos tan vivos y tan en la
cuerda sin darnos cuenta.

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