Recetas para una América Latina que padece

15 noviembre, 2019
Recetas para una América Latina que padece
bolivia
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Por Emiliano
Luis Sapag Aucar (*)
Por definición, enfermedad es una alteración leve o
grave del normal funcionamiento de un organismo o de alguna de sus partes debido
a una causa interna o externa.

Una
democracia se considera saludable cuando el poder es exitosamente distribuido
entre los individuos que la componen, de tal manera que ningún individuo,
sector político, clase social, grupo económico, étnico o religioso acumule
poder y beneficios en detrimento de otros, de modo que todos estén
representados políticamente en cuanto a sus preferencias y que los derechos
colectivos e individuales estén asegurados.

Esta es la
mejor forma que la humanidad ha encontrado hasta ahora para vivir en paz y
libertad. ¿Qué tal si empezamos a recordar de qué se trata este sistema?

Brasil,
Venezuela, Chile, Bolivia y Argentina muestran síntomas de varios trastornos
que afectan a las democracias. Si los síntomas empeoran, entonces la democracia
puede derivar en un cuadro potencialmente mortal de totalitarismo, con la
consiguiente pérdida de nuestros derechos y garantías.

Aquí van algunas
indicaciones “médicas” para aliviar, detener, curar o prevenir las
afecciones que aquejan a las democracias en América Latina. Y
por favor, antes de acordarse de todos mis ancestros por la vía materna y
paterna, le ruego que por dos minutos no se deje influenciar por ninguna grieta
ideológica:

  • Queda prohibido consumir préstamos
    del Fondo Monetario Internacional. El FMI genera una ingesta excesiva de
    divisas, pero muy baja en nutrientes que finalmente deprimen al organismo y lo
    dejan a merced de las entidades financieras.
  • Si nota que el mismo presidente
    gobierna ininterrumpidamente por más de una década, estamos frente a un grave
    caso de perpetuamiento. Ejercite cambiar de presidente al menos cada 4 u 8 años
    por tiempo indeterminado.
  • ¿Los principales líderes de la
    oposición están presos y las fuerzas armadas reprimen al pueblo con las armas? Estamos
    ante la presencia de tumores dictatoriales que se aferran al organismo, son muy
    agresivos y sólo se quitan con una cirugía mayor popular. Prevenga esta
    afección con prensa y poder judicial independientes, libres y honestos.
  • Si a pesar de que su presidente viste
    conjuntos de ropa deportiva cual atleta olímpico, pero en su cuerpo no se evidencian
    los efectos del ejercicio, no se deje engañar, es muy evidente que está ante la
    presencia de un dictator latinoamericanus.
    Convoque urgente a veedores internacionales para las próximas elecciones.
  • En esta época del siglo, es muy común
    que los tres poderes del Estado hayan sido absorbidos por el Ejecutivo. Intente
    fortalecer al Legislativo y al Judicial eliminando listas sábana para el
    congreso y aplicando la elección popular de jueces y fiscales. Luego evite
    consumir decretos de necesidad y urgencia por al menos 2 o 3 años.
  • Si en algunos canales de TV se
    describe al actual gobierno como puro y perfecto a pesar de los numerosos
    problemas, y en otros como la encarnación del mal a pesar de los muchos logros,
    entonces la prensa, mejor conocida como el Cuarto Poder, sufre estrabismo. Los
    ojos a través de los cuales el pueblo observa a la sociedad no pueden mirar en direcciones
    tan distintas. Afortunadamente las redes sociales son unos novedosos lentes que
    democratizan la información.
  • Mantenga una exposición moderada a
    las grandes potencias. Estar muy cerca de ellas produce quemaduras graves en el
    sistema político, pero el total alejamiento genera anemia en las exportaciones.
  • Por último, si todos los nutrientes
    del organismo están concentrados en el 5% de la población, está padeciendo una
    oligarquitis aguda. Intente una distribución de recursos mediante la inversión
    en obra pública y servicios básicos como la salud y la educación.

Mi
abuelo, que sabía mucho de política, siempre decía: “El poder vuelve locas a
las personas, una vez que lo consiguen, cambian el auto, luego la casa y finalmente
a la pareja”. No es difícil imaginar cómo el exceso de poder afecta a las
instituciones. La clave siempre estuvo y estará, en el acceso democrático a los
cargos electivos y el posterior ejercicio de los mismos, mediante la correcta
distribución del poder. Si la división de poderes (distribución vertical) no es
equitativa y el federalismo (distribución horizontal) es puro maquillaje,
entonces no hay forma de que una democracia funcione sanamente. Insisto,
evitemos caer en el facilismo de las grietas. Las sociedades ya no se pueden continuar
reduciendo a izquierdas y derechas, populismos y neoliberalismos. Hagámonos
cargo de nuestros bajos instintos que conducen a la acumulación de poder.
Ambición desmedida, avaricia, miedo, rencores y resentimientos deben ser
reemplazados por justicia social, desprendimiento, coraje, honestidad y paz. Para
ello una reforma cultural y educativa para las futuras generaciones debe ser la
base para el fortalecimiento de las instituciones. Después de todo, estas están
sostenidas por personas imperfectas como nosotros.

* Politólogo

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