Cuando hay pueblada, es porque falla la política

9 octubre, 2019
Cuando hay pueblada, es porque falla la política
pueblada cutral co
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Pasaron 23 años para que los ciudadanos de Cutral Co
cortaran la ruta pidiendo que se haga presente la misma Gendarmería que en
1996 llegó a la comarca para reprimir a quienes cortaban la ruta.

En junio de aquel año, en Cutral Co y Plaza Huincul ocurrió
la Pueblada, que hizo tambalear los cimientos del gobierno nacional de Carlos
Menem
y el provincial de Felipe Sapag, en razón de su contundencia y
argumentos.

Ahora, en este triste octubre de 2019, los hijos de aquellos
ciudadanos que gastaron la suela de sus zapatos caminando por la ruta 22, vuelven
a cortarla. No para pedir que se vayan los gendarmes, sino para reclamar que
vengan ya
. Porque hace 23 años, el problema era el trabajo, mientras que
ahora, es la inseguridad.

Hace 23 años, el gobierno del MPN tuvo que transpirar
mucho la camiseta y la billetera para desarmar la rebelión
. Ahora, le cuesta
horrores enfrentar una situación que tal vez no entiende en toda su magnitud.
Una coyuntura que se disparó con la muerte de un chico de 8 años, baleado en la
calle; pero que apunta centralmente a ese delito insaciable que se desprende
de la mafia del narcotráfico.

El narcotráfico es el telón de fondo de lo que está
sucediendo muy a pesar de los discursos y las posiciones oficiales. Se quiso disimular,
maquillar, esconder, presentar como en curso de solución. No hay caso. La
gente mira, siente y sufre las consecuencias del crecimiento del formidable
negocio narco en Neuquén
, acrecentado y potenciado por la influencia de los
petrodólares y el alto poder adquisitivo. El narcotráfico no es un problema
de la pobreza, sino todo lo contrario.

Cutral Co, este miércoles, se volvió a plantar. Distinto
a aquel 1996, aunque, en el fondo, no tan distinto.
El contexto político es
diferente, aunque no tan diferente. La familia Rioseco, que entonces fue
piquetera, ahora es gobernante. El MPN gobierna, como entonces, la provincia. No
es el mismo MPN, pero tampoco es otro
. En el medio pasaron muchas cosas.

Hay que decir, por ejemplo, que hubo tres niños
alcanzados por las balas en los últimos años en Cutral Co.
Tres niños que
jugaban en la calle. El último de ellos fue Luciano Fuente. Murió, y su muerte
exigió un enérgico basta, un nunca más que no se escribe, pero se siente en
el aire
. Esta es la base del ultimátum. La base de la negativa al acuerdo
que se había alcanzado al mediodía. Sobre esa base, se montan discrepancias
políticas, la mayoría de ellas, dentro del propio MPN. Igual que hace 23 años.

Las señales empezaron en Plottier. Siguen ahora en Cutral
Co. Pero pueden estallar en cualquier otra ciudad, en la propia Neuquén. Con
una policía complicada, y una justicia que se debate entre la complacencia hacia
el poder mayor del Estado, y la propia independencia
. Una Justicia que se
apresuró a sacar del medio al fiscal Santiago Terán, por conceptos que el
fiscal expresó, que fueron considerados fuera de lugar por la institución, pero
que resultaron aplaudidos por mucha gente, que se sintió reflejada en el
dolor y la indignación.

El gobierno, se supone, toma nota. No alcanza ya con
resolver rápido un crimen, pues ese crimen sigue importando, aunque el culpable
material esté tras las rejas. Pasó en el caso Cielo López, vuelve a pasar en
el caso Luciano Fuente.

¿Qué es lo que falla? Se diría que la credibilidad. Y
cuando esto falta, falla la política
.

Rubén Boggi  

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