La interna del MPN, los medios y el uso de

[caption id="attachment_30880" align="alignleft" width="280"] Sapag participó de un debate sobre la energía organizado por el grupo Clarín (foto gentileza).[/caption]

Alrededor de una olla de carne estofada con hongos, papas, cebollas y ajíes, acompañada por el notable vino que es el Íntimo de la bodega Canale, el grupito de habituales comensales periodistas se dedicó a comentar algunos aspectos de la realidad política neuquina. Veamos:

Se concluyó casi por unanimidad que nadie podrá anticipar con certeza medianamente creíble el resultado de la interna del MPN. “Es una elección cerrada al partido, votará no más del 25 por ciento del padrón, y en ese contexto siempre desbalancea quien mejor maneje el aparato”, se dijo. Tampoco hay coincidencia total en quién podrá manejar mejor  el aparato, si el oficialismo con el poder que le da su condición de gobierno, o si la circunstancial oposición de la lista Azul y Blanca, que también cuenta con aparato (sindical) y finanzas que pueden bancar un cierto y generoso marco operativo para el 24. En cuanto a los mensajes políticos para el MPN que se esgrimen, se coincidió también que posiblemente se vaya aumentando el nivel de agresividad, sobre todo del lado del petrolero Guillermo Pereyra. Por lo pronto, ha dicho en las últimas horas que su sector “ha vuelto a abrir al partido al pueblo”, y asegurado que el oficialismo pretendía un partido chiquito, acotado al manejo de una elite ligada al gobierno, para que sea “más manejable”. Del otro lado, los “muchachos” Gutiérrez y Figueroa anduvieron reunidos con gente del gremialismo, como para no dejar ese flanco descubierto. Estuvieron con dirigentes del Sindicato de Peones de Taxis, la Unión Tranviaria Automotor, la Uocra y el Sindicato Maderero. Pregonan la no agresión y el hecho de “reunir” al partido al cabo del proceso de competencia.

Previsiblemente, la interna del MPN está metido en todos los huecos que tienen que ver con la política, y también en el ámbito mediático, que en Neuquén es reducido (todo el mundo se conoce con todo el mundo) pero no por ello menos intenso. Entre bocado y bocado, se comentó la abrupta desaparición de Carlos Eguía de la radio AM 550, que es propiedad del empresario Claude Staicos. Dicen que Eguía fue despedido por Staicos, después de algunos años de armoniosa convivencia. Y que ahora el conductor radial buscará refugio en el grupo Schroeder, que maneja varias FM y la radio más tradicional de Neuquén, Lu5 AM 600. También dicen que el grupo que se maneja alrededor de Eguía ha asegurado tener muy buenas relaciones con el senador Guillermo Pereyra. Aquí es donde la interna se mete otra vez de lleno en la actualidad mediática: se ha dicho que el plan no es solamente para la coyuntura inmediata, sino también para más adelante, es decir, para un hipotético gobierno del actual senador. Saltando todas las etapas previas, dicen que el conductor actualmente en tránsito tiene proyectos vinculados a ese posible gobierno futuro, y que una vez ubicado en ese plano de poder, haría tronar el escarmiento. En la mesa no se le asignó mucha importancia al tema, pero sirvió para comentar los siempre vigentes intereses de la política y los medios.

Culminada la rápida tarea de exterminar el estofado (riquísimo) y con las calorías a full, se pasó a comentar la jugada del gobernador Jorge Sapag, de mostrarse en un debate organizado nada menos que por el grupo Clarín, al lado de dirigentes notorios de la oposición, como Sergio Massa, Julio Cobos y Hermes Binner, y de empresarios que encrespan los pelos de los funcionarios del gobierno nacional, como el CEO de Shell, Juan José Aranguren. A la hora del comentario, ya había terminado el encuentro en Buenos Aires, que duró unas cinco horas con notables exposiciones sobre los temas energéticos, y ya se había comentado generosamente el saludo afectuoso entre el CEO de Clarín, Héctor Horacio Magnetto, y el gobernador neuquino. Sapag se sacó la presión de encima con una frase muy realista: dijo que estaría en todo lugar y en todo foro que sirviera para exponer las necesidades de inversión para la provincia y el desarrollo de Vaca Muerta. Estimó que serán necesarios unos 100 mil millones de dólares. Se coincidió en la mesa que por ahora esa cifra aparece muy lejana, en el actual contexto de default político y enfrentamiento del gobierno con los holdouts y con el gobierno de Estados Unidos, al que le ha recriminado no saber domar a un juez municipal como Thomas Griesa.