Quiroga puso un poco de pimienta en el incipiente año electoral

Horacio Quiroga inauguró sesiones, e inauguró de paso la primera fase del año electoral propiamente dicho. Se notó más que en el discurso del Intendente en el Deliberante, en las repercusiones que suscitó: el MPN reaccionó con dureza, y el resto del arco político se mantuvo entre el aplauso entusiasta y la adhesión disimulada.

Quiroga dejó en claro, más allá de la enumeración de inversiones y obras, que plantea un modelo de presupuesto equilibrado, con superávit a nivel financiero, y con generosidad en la inversión de dinero público en obras; con equilibrio en la planta de personal; y con proyección hacia un eventual futuro de multiplicación de habitantes.

Ese modelo tuvo una primera y fuerte adhesión no solo de los lógicos integrantes de Cambiemos, sino del sector que no está allí pero puede funcionar (y quiere hacerlo) como aliado electoral para enfrentar al MPN, tanto este año como en el 2019: la alianza UNE-FPN, encarnada por los referentes Mariano Mansilla y Ramón Rioseco.

Recibió también una señal alentadora desde Libres del Sur, otro integrante del staff político vernáculo, que si bien acentuó su independencia equidistante de las gestiones municipal y provincial en pugna, prefirió remarcar la imperiosa necesidad de firmar un contrato de concesión entre el EPAS y el gobierno capitalino, sin singularizar críticas hacia la gestión de Quiroga, lo que resultó sugerente, llamativo, y demostrativo de que todavía no hay un alineamiento terminado de planetas respecto de la elección de este año.

El MPN, a la vez, solo remarcó la interpretación obvia, de ver a Quiroga como el adversario capitalino, el más importante. Por empezar, el gobierno envió a la ministra de Educación, Cristina Storioni, como solitaria representante del Ejecutivo provincial en la ceremonia política más importante del año a nivel municipal.

Segundo dato a tomar en cuenta: estuvo presente, se supone que especialmente invitada, la senadora Lucila Crexell, crítica interna despiadada de la gestión de Omar Gutiérrez, y a la vez, virtual competidora en la carrera hacia el 2019 en el MPN. Quiroga la mencionó en su discurso, y además, difundió en la página del municipio, también especialmente, una foto con la legisladora. Una señal inquietante que apunta directamente al Gobernador. La senadora, después, se reunió con los concejales de su partido.

El tercer dato lo constituyen los previsibles argumentos descalificadores del discurso de Quiroga, formulado por los concejales emepenistas. “Fue un discurso tribunero”, dijeron. "Escuchamos un discurso inmobiliario, sobre grandes torres y un detalle de asfalto, algo que ya sabíamos por los medios de comunicación, de seguir con esta actitud que el año que viene se ahorre el venir que lo leemos por los diarios y listo”, disparó Andrea Ferracioli, la presidente actual del bloque del MPN.

Así las cosas, la posterior conferencia de prensa del Intendente contribuye a reforzar esta interpretación fuertemente electoral en el año clave. Como había anticipado este medio, reafirmó la voluntad política para firmar contrato con el EPAS, y al mismo tiempo sostuvo la posición de que no será posible hasta tanto se cree especialmente la unidad capitalina de tal “empresa” estatal. Y reafirmó también que la cuestión de la U9 no pasará por una resignación del rol municipal, sino por todo lo contrario.

Al respecto, dicen los que habitualmente saben de estas cosas, que Quiroga habló del tema U9 con Mauricio Macri, cuando dejaron ambos el aeropuerto Aviador Campos, y fueron hasta San Martín en el mismo automóvil. Quedaron en que no se permitiría que el tema fuera utilizado políticamente contra el Jefe comunal capitalino.

Rubén Boggi