Otro auto cero con problemas, produjo jugoso "daño moral"

24 agosto, 2016
Otro auto cero con problemas, produjo jugoso "daño moral"
Vento
Vento

Nadie en su sano juicio sería capaz de arriesgar que un VW Vento es una “batata”, “chatarra” o cosa por el estilo… Sin embargo, puede perder buena parte de su “prestigio” cuando media una aparente “mala praxis” o, en todo caso, “desidia” de mecánicos y/o constructores.

El hecho es que la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Roca acaba de confirmar la condena contra Volkswagen Argentina SA y Sapac SA por un cero km que, al parecer, trajo más problemas que satisfacciones.

Ahora (y entre ambas), tendrán que desembolsar una suma muy cercana a los 200 mil pesos, para indemnizar a una mujer que compró el rodado en junio de 2007, y que entre mayo de 2009 y julio de 2010 lo tuvo en los talleres oficiales de Roca, Neuquén y Bahía Blanca, donde le reemplazaron la tapa de cilindros y los inyectores de combustible, entre otras piezas.

Sapac SA y la automotriz habían apelado la sentencia del Juzgado Civil N 9 de aquella ciudad rionegrina, y así llegó al Tribunal de Alzada donde se confirmó que las falencias de fábrica se vieron agravadas por “las maniobras de incorrecto armado, ensamble y puesta a punto (…) en el taller de servicio oficial de Volkswagen”.

¿Qué había dicho la fábrica? que los problemas en el auto -que dicho sea de paso tenía dos años de garantía- fueron producto del “deficiente cuidado” que le brindó la propietaria, y el uso de aditivos y combustibles de mala calidad (interprétese berretas).

Ahora deberán reconocerle tanto los gastos de transporte, notariales y de mediación, como el daño moral por haberla privado del auto durante más de un año, lo que totaliza una indemnización de 197.946,50 pesos, más los intereses del caso.

El tribunal que integran los jueces Víctor Darío Soto y Gustavo Martínez, tuvo por acreditado el “desaprensivo tratamiento” que recibió el rodado en la concesionaria, en materia de reparación y condiciones de traslado; y destacó que a la fábrica correspondía “velar por la calidad de los productos y la atención al cliente que importa la red de fabricación, ensamblado y comercialización que encabeza”.

 

 

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