Salió todo mal y la séptima no pudo ser

Salió todo mal y la séptima no pudo ser

Boca (1) no pudo con Fluminense (2) y el sueño de la séptima Libertadores se le hizo añicos -este sábado- en el Maracaná, emblemático estadio brasileño al que la Conmebol designó como escenario neutral, en un absurdo que no resiste el menor análisis.

Salió todo mal. Hubo familias argentinas cobardemente atacadas por hinchas locales, en Río de Janeiro (inclusive en la playa) y brutales agresiones de policías, también contra argentinos. La represión fue injustificada y en extremo violenta. Por otro lado, los canales de TV mostraron a hinchas de Boca a los que no dejaron llegar al estadio, pese a que tenían entradas. También mostraron a otros a los que una agencia de viajes les había vendido entradas (en dólares), pero que resultaron estafados y quedaron afuera.

Salió todo mal. Hasta la presentación de Yerba Brava, banda cumbiera, que hizo un papelón en la previa del partido. Tocaron sobre una pista grabada y el cantante fue a destiempo.... Todo el tiempo. Pero en fin, eso es lo de menos. Porque después vino el revés deportivo.

De entrada, jugó mejor Fluminense y se puso en ventaja con gol de Germán Cano. Luego se recuperó Boca e igualó Luis Advíncula, con un golazo; y después vino el alargue en el que John Kennedy, puso el resultado final y fue expulsado por saltar los carteles para festejar con los hinchas.

Boca estuvo a la altura de las circunstancias y protagonizo una final de ida y vuelta. No debería haber reproches. Quizá pueda reprocharse la irresponsable expulsión de Frank Fabra (manotazo en pleno rostro a un rival cuando restaba poco para el final) o el rendimiento de Edinson Cavani, de quien se esperaba algo más. Pero en fin, ya es historia.

Te puede interesar
Últimas noticias