NQN: escalofriantes detalles del asesinato de Auer

El fiscal jefe Juan Agustín García aseguró, este martes, que el homicidio de Miguel “Ruso” Auer “fue planificado” y que tres de los cuatro delincuentes “fueron disfrazados, con un arma y un inhibidor de señales de dispositivos”, para perpetrar el brutal ataque.
García hizo su alegato de apertura ante el jurado popular que comenzó a juzgar a los cuatro sujetos imputados por el hecho ocurrido en la ciudad de Neuquén y que en la próxima semana deberá emitir un veredicto. La audiencia tuvo lugar en la Ciudad Judicial.
El fiscal planteó que los imputados (G.C., J.A.F., J.M.S. y M.F.L.) cometieron el delito de tentativa de robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio triplemente calificado, por haber sido cometido criminis causa, con el concurso premeditado de dos o más personas y por uso arma de fuego. Para los primeros tres sujetos, la acusación es en carácter de coautores, mientras que el restante, como partícipe necesario.
De acuerdo a la teoría del caso, el 24 de octubre de 2022, los tres primeros hampones ingresaron a una oficina en la que la víctima trabajaba y realizaba operaciones de cambio de dinero. Habían llegado en dos camionetas, una de ellas conducida por M.F.L, quien aguardó en el vehículo. Para el fiscal, el papel desempeñado por este último fue fundamental en el desarrollo del plan: a partir de una relación de confianza previa, fue quien le presentó a Auer a uno de los acusados, G.C., quien simuló estar interesado en una operación de compra-venta de divisas.
Mientras M.F.L aguardó en la camioneta, G.C, J.A.F y J.M.S desempeñaron cada uno un rol determinado en el plan: G.C. continuó con su mentira, disfrazado; J.A.F. se colocó un parche en el ojo y lentes y, en una mochila, transportó un inhibidor de alarmas; y finalmente, J.M.S. llegó vestido con un traje oscuro y lentes de sol.
Al momento en que G.C. se anunció y la víctima le habilitó el paso, los otros dos también ingresaron. El fiscal García relató que los tres subieron por el ascensor, pero sólo G.C. llegó al piso de la oficina, ya que los otros dos descendieron en la planta anterior y aguardaron en la escalera hasta que Auer le abrió a G.C. En ese lapso, J.A.F. acondicionó el inhibidor de alarmas y J.M.S. sacó un arma, calibre 40, y la preparó para disparar.
Cuando Auer habilitó el paso a G.C. y notó que los dos restantes lo abordaban, intentó sacar un arma que portaba, pero J.M.S. le efectuó los dos disparos que lo dejaron gravemente herido y que determinaron su muerte a los pocos días, el 4 de noviembre.
Tras los disparos, todos escaparon en los vehículos en los que habían llegado y desplegaron el plan de fuga de dos de los imputados, que incluyó viajes a Viedma, Buenos Aires y Mendoza y cambios de teléfonos.
“Con toda la prueba vamos a solicitarles un veredicto de culpabilidad”, planteó el fiscal jefe ante el jurado popular. Para que los acusados sean declarados culpables, se requieren al menos ocho votos de los doce titulares del jurado popular. En caso de que los votos sean menos, el veredicto será de no culpabilidad.
El fiscal jefe estuvo acompañado por la asistente letrada Guadalupe Inaudi y la agente judicial Agustina Bouyer. El caso lo juzga un jurado popular porque la pena que pretende el Ministerio Público Fiscal supera los 15 años de prisión. En principio, está previsto que el juicio finalice el 25 de octubre, y que brinden testimonio alrededor de 45 testigos.