Parte el alma: la angustiante lucha de una madre

“Se me parte el alma” es una expresión que surge con dolorosa naturalidad cuando la tristeza es profunda. Y en verdad parte el alma la lucha -poco menos que solitaria- que protagoniza la neuquina Carina Cheuquepan, quien viajó a Bolivia en busca de justicia y de las cenizas de su hijo, Matías Rosales (también neuquino de aquí, de la capital), asesinado brutal y traicioneramente en Oruro.

Al menos en este caso, en Bolivia no hubo reciprocidad, según deja ver esta terrible pesadilla. Aquí los ciudadanos de ese país son atendidos en hospitales públicos y se les asignan los mismos derechos que a los argentinos. Pero allá, no habría ocurrido lo mismo. El equipo del sistema sanitario no le brindó a Matías la atención que merece toda persona y así lo aseguró Carina, quien tampoco encontró en la justicia de aquel país las respuestas que esperaba (y que todavía espera).

“Voy a volver para exigir justicia por Matías”, dice su mamá. Matías tenía 35 años cuando -hace apenas unos pocos días- fue asesinado de una puñalada en el pecho. Carina contó que “la investigación comenzó tarde” y agregó: “El colombiano que mató a mi hijo (en un intento de robo) seguramente está fuera del país”. Ese sujeto fue identificado como John Félix y aunque Florencia (la novia de Matías, que lo acompañaba en el viaje) dio sus características físicas, los investigadores no actuaron con la celeridad que requieren estos casos.

La madre aseguró que tras el ataque, “los paramédicos solo lo miraban sin brindarle asistencia, a pesar de que tenía signos vitales” y consideró que “la Justicia debe clarificar la lentitud en la atención médica y el crimen”. También adelantó que denunciará al director del hospital Corea de Oruro, Israel Ramírez, quien se expuso con sus propias declaraciones. “Primero dijo que las puertas del hospital estaban cerradas por el viento, pero luego se contradijo y dijo que era por los robos”, subrayó. Se asegura que Matías murió en las puertas de ese centro asistencial. 

“Voy a volver para exigir justicia y para que haya justicia para mi hijo. Yo me voy, pero no se van a olvidar de Matías”, señaló Carina desde La Paz, la capital boliviana.