Cuatro años después, despiden a policía homicida

El Estado provincial neuquino se tomó su tiempo, es cierto. Pero a cuatro años del hecho, expulsó a Claudia Rosmari Mardones Ponce, quien asesinó de un disparo a su novio, cuando era cabo de la Policía. De acuerdo a lo que se desprende de las actuaciones, el expediente administrativo recién avanzó cuando la condena penal quedó firme.
Según consignó Mejor Informado, en dicho expediente se recordó que tras haber recibido un llamado, el 3 de octubre de 2019, personal de la Comisaría 41 Don Bosco de la ciudad de Neuquén, concurrió al domicilio de la calle Pasteur N 651 y encontró al cabo primero Fabián Pinochet, tendido en el piso en medio de un charco de sangre. El suboficial era pareja conviviente de quien acababa de dispararle en el rostro.
Pinochet murió a los pocos días, tras su agonía en el Hospital Castro Rendón y Mardones fue imputada por la comisión del delito de homicidio agravado por el vínculo. El 28 de diciembre de 2020 le impusieron la pena de 11 años y 6 meses de prisión de cumplimiento efectivo. Y a partir de ahí se agilizó el proceso administrativo, que recién concluyó cuatro años después del asesinato y tres años después de la condena.
El expediente administrativo se había iniciado como exoneración (el máximo castigo que le quita cualquier derecho al expulsado), pero terminó en cesantía. Se indicó que Mardones no ensayó defensa alguna y que si bien en la condena penal no se contempló que haya existido violencia previa en la pareja, si se habló de circunstancias extraordinarias; y fue precisamente eso lo que llevó a que se dejara de lado la exoneración.
“Conforme surge de las actuaciones, la agente Mardones Ponce se encontraba en un contexto de vulnerabilidad”, consta en la actuación interna policial. Terminó la investigación, Policía elevó el pedido al Ejecutivo provincial y, hace apenas unos pocos días, este dispuso la destitución por cesantía. En su momento, el caso tuvo amplia repercusión.