Amagó con tirar la toalla y embolsó millones

La empresa de transporte interurbano Ko Ko avisó que la ecuación económica no le permitía seguir con el servicio que presta entre Neuquén y Senillosa. El gobierno provincial tomó nota. Buscó a otras compañías para reemplazarla, pero como no encontró ni una se vio obligado a otorgarle un aporte no reintegrable que garantizara su continuidad ¿De cuánto? de 25 millones de pesos por mes durante agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
La medida se oficializó hace apenas unos pocos días, con un decreto en el que se establece que los cobrará siempre y cuando “le dé continuidad a la prestación del servicio, en las condiciones preestablecidas en el contrato de concesión”.
Según se explicó al respecto, la compañía de pasajeros había solicitado la asistencia económica con el argumento de que “los aportes brindados por el Estado provincial” resultaban “insuficientes para afrontar los costos operativos”. Ahora a aquellos aportes se les suman estos millones de los que, por ser no reintegrables, no tendrá que devolver ni un centavo.
Ko Ko no es la única empresa subsidiada. Por el contrario. Tanto Indalo, en su momento, como Pehuenche y ahora el nuevo sistema capitalino, Cole, cobran millones en subsidios nacionales, provinciales y municipales. Se trata de una metodología que se extiende a lo largo y ancho del país, para evitar que los pasajes aumenten en demasía.