Jefe narco fue recategorizado en Desarrollo Social

El conocido líder de un clan familiar de hampones y de una banda narco que asoló a la ciudad de Neuquén hace apenas unos pocos años, fue recategorizado  en el ministerio de Desarrollo Social de la provincia homónima y se especula que pasó a cobrar una cifra cercana a los 300 mil pesos por mes.

La novedad la dio a conocer, este miércoles, la columnista Lucy Pysny en el programa Así Estamos, que se emite por Radio Mitre Patagonia. Contó que Juan Carlos Santana -de él se trata- se encuentra (o debería encontrarse) purgando prisión domiciliaria, y que en 2017 desde el gobierno de la Provincia se había anunciado que -ni bien se conociera la condena- sería exonerado en virtud de su frondoso prontuario, que incluye abuso de armas y una condena por robo agravado y coacción.

La coacción es la fuerza o violencia física o psíquica que se ejerce sobre una persona para obligarla a decir o hacer algo contra su voluntad; en el caso de Santana se trataría de la firma de la transferencia de una moto que había robado. En tanto que la exoneración es el máximo castigo que contemplan las normas disciplinarias de la administración pública. Es más fuerte que la cesantía, ya que el exonerado pierde toda clase de derecho.

Juan Carlos Santana es un delincuente oriundo de San Juan y que una vez en Neuquén se refugió, en forma maliciosa y astuta, en las filas del MPN. Los investigadores lo ubican en la zona del Oeste capitalino. El hecho es que con el tiempo (y vaya a saberse cómo) fue designado chofer en la planta permanente del Estado provincial y que -en paralelo- se embarcó en un enfrentamiento contra otra banda narco, la de los Champú. Sus delitos escalaron hasta que en 2016 comenzó a rendir cuentas ante la Justicia y terminó a la sombra, en la Unidad 11.

La columnista contó que la prisión domiciliaria la obtuvo debido a sus condiciones de salud. Se dice que Santana es diabético e hipertenso, además de empleado estatal recategorizado.