Lo mereció por su juego y lo ganó por su épica

La Selección Argentina (2) jugó un partido casi perfecto -tal como lo había planificado su entrenador- prácticamente hasta los últimos minutos de los 90 reglamentarios, en que salió del juego ordenado y cayó en el nerviosismo al que lo llevó Holanda (2), que logró empatarlo en el epílogo mismo de los 10 minutos adicionales. Más injusto imposible.

La  justicia afloró recién en el final. Países Bajos pagó sus mezquindades. Y ahora, gracias a los goles de Molina y de Messi (de penal, tras falta cometida al neuquino Acuña), más las atajadas del Dibu (que tapó dos en la definición por penales) y la conversión del último por parte de Lautaro Martínez, la Scaloneta está en las semifinales de Qatar 2022.

Lo mereció por su juego (prolijo, con circulación de pelota y por momentos ofensivo). Pero lo ganó por su épica en los penales, tras el tiempo suplementario, en el que recuperó la calma, la tenencia, el dominio y la iniciativa en un partido que se había tornado “picante” y que  tuvo algún que otro cruce (o raspón) aún después de la definición por penales.

Messi y el arquero fueron las figuras, pero fue el juego colectivo el que le dio a la Scaloneta el derecho a jugar, el martes, la primera de las dos finales que le quedan para alcanzar el objetivo con el que viajó al Mundial.

El que viene es Croacia, un conocido reciente que -también este viernes- cumplió con creces al mandar de regreso nada menos que a Brasil. Ahora es tiempo de festejos, como se festeja en Neuquén, Zapala, San Martín de los Andes y en cada una de las ciudades, localidades y pueblitos del país todo. Y verdad no es para menos, ya que una vez más ¡La Argentina está entre los cuatro mejores del mundo! Y tiene con qué.