Azules y Petroleros precipitan la decisión de Figueroa

La confirmación de la alianza estratégica entre Azules y Petroleros sumó un nuevo ingrediente a la semana intensa por la que transita el MPN -y valga el juego de palabras- confirmó las dificultades que deberá afrontar Rolando Figueroa, en caso de competir contra ellos en los comicios del 13 de noviembre en los que el partido elegirá candidato a gobernador.
El bloque que ahora integran la Azul (de Omar Gutiérrez, Jorge Sapag y Marcos Koopmann) y la Azul y Blanca (de Guillermo Pereyra y Marcelo Rucci) ostenta no sólo la conducción partidaria, sino también un abanico territorial que abarca literalmente a toda la provincia, que además gobiernan. A prima facie demasiado para Figueroa que ostenta como carta de presentación su imagen, trayectoria y encuestas que lo ubican como favorito, según comentan los suyos. Desde su posición, la cruzada no sería imposible, pero sí compleja (quizá en demasía).
Figueroa y sus aliados del MAPO (agrupación interna que, entre otros, integran Rodolfo Laffitte y José “Pino” Russo) se han quejado de las reglas internas que incrementaron los requisitos para acceder a cargos electivos de relevancia (circunstancia que complica el armado de listas) y los azules se han mostrado inflexibles.
Es por todo este escenario que la posibilidad del portazo -de la que se habla desde hace meses- está más vigente que nunca,y eso hace que Figueroa tenga una carta en sus manos ¿Competirá en las internas o irá a 2023 por fuera del partido? Se sabe que sectores del Frente de Todos (FdT) lo recibirían con los brazos abiertos y se dice que lo mismo sucedería en Juntos por el Cambio (JxC). Es altamente probable que Azules y Petroleros hagan precipitar la decisión de Figueroa. Los días que vienen son claves, no sólo para el MPN sino para la política neuquina en general.