River fue más, lo evidenció en dos goles, e irá con ventaja a la vuelta

River ganó el partido de ida. Fue un 2 a 0 inapelable. El equipo de Gallardo fue más que el del Alfaro. Por planteo, por estrategia, por ganas de jugar, hilvanar jugadas, buscar el arco, llegar, hacer goles.

Boca se quedó sin plan a los pocos minutos, cuando el VAR cobró el penal que le dio el primer gol al millonario, tras una buena ejecución de Borré. Y después no supo nunca más cómo salir de ese planteo que duró cuatro minutos. Estaba pensado para empatar o ganar de contragolpe. No para protagonizar un partido en desventaja.

El segundo gol, una buena jugada que empujó al fondo del arco Nacho Fernández, terminó de sepultar cualquier intento boquense. De nada sirvieron los cambios de Alfaro. Ni Tévez, ni Salvio, ni Zárate. El partido tenía color rojo y blanco, y Boca, cuando mucho, podía aspirar a convertir un gol de visitante, para achicar diferencias. Eso tampoco se le dio.

Tuvo dos oportunidades concretas Boca, que desperdició por mala definición. River tuvo muchas más que los dos goles convertidos. No hay sorpresa para ningún analista del fútbol en lo ocurrido en el Monumental, porque en realidad se dio la lógica: ganó el equipo que mejor actualidad futbolística tiene. Y Boca no es el de los milagros, no está en esa racha.

Quedan 90 minutos por delante, con River arriba por dos goles. Será muy difícil para el equipo de Alfaro revertir la historia, aunque todo puede suceder en esa dimensión tan especial que prestará la Bombonera y la obsesión por conseguir una hazaña. Mientras, Boca deberá lamentar su mezquindad y su impotencia; y River, podrá disfrutar su superioridad reafirmada.