La región confirmó la supremacía de sus partidos políticos provinciales; hubo "maniobras" pensando en 2023

14 noviembre, 2021
La región confirmó la supremacía de sus partidos políticos provinciales; hubo "maniobras" pensando en 2023
luciana ortiz luna-rolando figueroa
luciana ortiz luna-rolando figueroa

En Neuquén se impuso el MPN, con Rolando Figueroa, y las tres bancas quedaron repartidas entre este partido, Cambia Neuquén con Pablo Cervi, y el Frente de Todos con Tanya Bertoldi. En Río Negro, Juntos Somos Río Negro, el partido que lidera Alberto Weretilneck, se quedó con el primer puesto; en el segundo se ubicaba Juntos por el Cambio, con Aníbal Tortoriello; y el Frente de Todos, el peronismo, quedaba sin banca por primera vez desde el retorno de la democracia, en 1983.

En Neuquén, el reparto de las tres bancas ha respondido, evidentemente, a una jugada del MPN. La estrategia "manejada" por el gran aparato distribuidor de votos estuvo dirigida a favorecer a la Coalición Cívica con Carlos Eguía. En algunas mesas se notó mucho esto, incluso por la actitud de los fiscales. El partido provincial prefirió perder algunos votos que podrían haber aumentado sus posibilidades al punto de quedarse con dos bancas: cosas de la "política fina", la estrategia que se está armando hacia el 2023. También fue muy sugestiva, en el mismo sentido, la victoria de Libres del Sur en Rincón de los Sauces, el "feudo" que gobierna cómodamente el sindicato petrolero.

Lo concreto es que se confirmó en la región la supremacía coyuntural de los sectores políticos "independientes" de la mesa de decisiones que se maneja desde Buenos Aires. El MPN y Juntos Somos Río Negro lideraron el voto y corroboraron su manejo político sobre la Patagonia Norte.

Esto ha permitido pintar el mapa político de la Argentina con un color distinto en Neuquén y Río Negro, en un contexto donde resalta la corroboración del triunfo de Juntos por el Cambio en los principales distritos, lo que le permite a la oposición quedarse con el manejo del quórum en el Senado, una herramienta que lima y socava directamente el poder de Cristina Fernández de Kirchner.

El gobierno de Alberto Fernández, por supuesto, confirma su declinación desde la fortaleza inicial a la debilidad actual; y abre un serio interrogante sobre lo que pasará en el país de aquí al 2023.

Rubén Boggi

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